viernes, 26 de abril de 2013

De Taitas & de Mamas

“De Taitas & de Mamas” es un proyecto del Ministerio Coordinador de Patrimonio y la productora Mariandalab que busca preservar las expresiones musicales de auténticos músicos y artistas de los pueblos y culturas del Ecuador. Conocidos intérpretes como Don Naza, Papá Roncón, Las Tres Marías, Mariano Palacios, Mishqui Chullumbo y Julián Tucumbi; tuvieron el miércoles pasado, una inédita participación en el histórico y hasta hace poco “elitista” Teatro Sucre; evento que fue transmitido en vivo por Radio Pública del Ecuador.

El proyecto además de realizar presentaciones, tiene previsto publicar 36 000 discos conjuntamente con importantes diarios de cobertura nacional, esto con el ánimo de  generar un fondo para la sostenibilidad del proyecto y también abrir talleres para que los músicos puedan fabricar nuevos  instrumentos. Es una buena oportunidad para obtener este material musical, que pronto será de colección; acercarnos a la cultura nacional y dar un apoyo bien merecido al mismo tiempo, a los Taitas y Mamas, cantores y músicos de nuestro país.

Muy positivo que el Estado reconozca a tiempo a estos baluartes culturales del auténtico Ecuador profundo, con sabor coco y marimba, de maizales y pastizales, de chonta y chicha. Ante la existencia de tantos otros artistas populares menospreciados, sería muy saludable que este proyecto trascienda hasta convertirse en una política cultural de Estado. En Imbabura por ejemplo existen todavía patrimonios vivos que merecen ser reconocidos en plena existencia,  como el “Tayta Piki” de Peguche o el “Tayta Chavo” de Carabuela, y otros tantos desde el Valle del Chota hasta Otavalo; desde Pimampiro hasta Cotacachi. Extender gratitud y gratificación en vida, sería un acto de justicia. Democratizar la cultura debe ser tarea de todos. Reencontrarnos los ecuatorianos y ecuatorianas con nuestras auténticas raíces y asumirla, sería un acto altruista y digno.

viernes, 19 de abril de 2013

¿Maduro inmaduro?

Hace poco me llegó un correo que decía: “Oposición fascista desconoce triunfo de Nicolás Maduro”, al que respondí: “Fascista o no, representa a la mitad de los venezolanos, si existen dudas, las dudas tienen que ser despejadas según la Constitución y las leyes”. Considero que si Maduro ganó limpiamente como parece, aunque sea por un voto, esa decisión tiene que respetarse solemnemente, y eso tiene que ratificarse para tranquilidad de las dos partes.

Desde la enfermedad del extinto presidente venezolano Hugo Chávez, el oficialismo tiende a desesperarse vertiginosamente. A la muerte de su comandante los chavistas hicieron una hábil maniobra política para que Maduro y no Diosdado Cabello, ocupe la presidencia venezolana en forma interina, como reza la Constitución. Pero Maduro a pesar de ser un viejo lobo de la política, parecería que ha demostrado cierta inmadurez en sus acciones: manejó con un hermetismo descortés la enfermedad de su camarada y presidente; luego ante las exequias del líder bolivariano, tampoco demostró compostura de jefe de Estado; ofreció embalsamarlo y luego se detractó; sobredimensionó a Chávez, más allá de su condición humana; insinuó que Chávez en los cielos, había intercedido para que nombren un Papa latinoamericano; se autoproclamó hijo y apóstol de Chávez, habló de espíritus y pajarillos chiquititos; por último acepto una auditoria electoral, para luego retroceder. Indudablemente el presidente Nicolás Maduro no tiene el carisma, ni el liderazgo, ni la madurez política de Hugo Chávez.

Las últimas notas de prensa, no sé si corruptas o no, hablan de que el líder opositor Henrique Capriles está con orden de captura en su contra. También se habla de que el Presidente del Parlamento venezolano, Diosdado Cabello, destituyó a cuatro diputados de la oposición, un día después de que negara la palabra a quienes no reconocieran públicamente a Nicolás Maduro como gobernante electo. Todo indica que la típica altanería chavista del pasado, no se actualiza a la realidad política presente. Paz y prosperidad al pueblo venezolano.

Pacha y su significado

Las palabras de un idioma encierran las características filosóficas de un pueblo. En kichwa existen dos vocablos “mágicos” en cuanto a significación, “pacha” y “sumak”. Con respecto a la terminología pacha, el profesor Josef Estermann manifiesta que la determinación exacta de la parte kichwa o quechua pacha, nos plantea mayores dificultades. Se trata de un vocablo tan rico en acepciones y connotaciones, como talvez sea el vocablo “logos” en griego o la palabra “ese” en latín.
Según el diccionario, pacha puede ser adjetivo, adverbio, sustantivo y hasta sufijo. Como adjetivo, pacha significa “grande”, pero también significa interior; como adverbio, su significado es “al instante”, “de inmediato”, pero también “mismo”. Tiene entonces, como vemos, una connotación básicamente espacio-temporal.

Como sustantivo y en forma figurativa, pacha significa “tierra”, “globo terráqueo”, “mundo”, “planeta”, “espacio de la vida, pero también “universo” y “estratificación del cosmos”. Cuando se trata de la “tierra” como planeta, se dice kay pacha; cuando se trata de la tierra como materia orgánica, se usa el vocablo allpa; y cuando se trata de la tierra como base de la vida, se usa la expresión pachamama (madre tierra). También es interesante el hecho de que tanto el quechua o kichwa como el aymara conocen esta palabra pacha; así por ejemplo “tiempo” se expresa en kichwa-aymara como pacha. De todas estas informaciones lingüísticas del vocablo kichwa-aymara pacha, se concluye que es una palabra panandina y polisémica, de un significado muy profundo y amplio.

Filosóficamente, pacha significa el “universo ordenado en categorías espacio-temporales”, pero no simplemente como algo físico y astronómico. Pacha es la base común de los distintos estratos de la realidad que para el runa andino son cuatro: hawa pacha, kay pacha, uku pacha y chayshuk pacha (el mundo de arriba, el mundo presente, el mundo interior y el otro mundo). Sin embargo no se trata de mundos o estratos totalmente distintos, sino de aspectos o espacios de una misma realidad interrelacionada.

domingo, 7 de abril de 2013

Yachay

Sin duda alguna, al concretarse la Ciudad del Conocimiento “Yachay” en el cantón Urcuquí, sería la obra cumbre del gobierno de la revolución ciudadana. El proyecto tal como se ha concebido, será también una empresa educativa e investigativa de alto nivel, con una dinámica enlazada con el desarrollo sostenible del país; sería pues el primer paso en la transición hacia una economía post petrolera. Por otro lado notemos que el término kichwa “yachay”, significa conocimiento, sabiduría, entendimiento; y nos complace que por fin se utilice terminología autóctona, sin los prejuicios de antaño, como tiene que ser; más aún en mega proyectos de gran trascendencia para el país.

La Ciudad del Conocimiento, con su Universidad de Investigación Experimental Tecnológica; sus áreas de investigación divididas en Ciencias de la Vida, Nanotecnología, Tecnologías de la Información y Comunicación, Energía Renovable y Cambio Climático, y Petroquímica; la participación de la empresa privada con sus compañías de categoría mundial y nacionales; potenciarán el incremento de la producción de alta tecnología en el Ecuador, paralelamente la Ciudad será un polo de desarrollo en la región norte del país y favorecerá la creación de nuevos empleos en la zona. A esto se lo llama tener visión de futuro, mirar erguidos hacia el horizonte, saber invertir a largo plazo.

Es hora de que la popular frase futbolera de “sí se puede”, se transcriba hacia aspiraciones y anhelos que verdaderamente valen la pena. No hay para qué buscar más, el verdadero progreso está en la educación; un pueblo educado sabe elegir a dirigentes honestos y competentes, diferenciar un discurso serio de una prédica demagógica, progresar en condiciones adversas; en definitiva, un pueblo educado trabaja y prospera sin culpar a nadie de sus males.

martes, 2 de abril de 2013

El calvario de la matriculación

Faltaba un par de días para que finalice el mes. Madrugué a las 3 de la mañana para coger un turno de revisión vehicular, previa su matriculación anual. Para sorpresa mía la Av. Paz Ponce de León de la ciudad de Otavalo, estaba copado por vehículos que buscaban el mismo trámite, la fila continuaba por la calle transversal que sale al parque San Sebastián; me ubique aproximadamente en el turno número 40, muchos según me enteré después, habían llegado la noche anterior a dormir en la fila que al día siguiente comprendía más de cuatro cuadras y llegaba a más de 100 vehículos, y eso que era recién el primer mes de matriculación.

Para la revisión vehicular, hay que realizar el pago del costo de la matrícula, al que se suma el llamado impuesto verde, en un banco; a estos trámite se suma el pago o la adquisición del seguro SOAT, pago del impuesto municipal al rodaje, pago del impuesto al Gobierno Provincial, el certificado de no adeudar al parqueo municipal, pago de infracciones si es que lo tuviere, adjuntar copias a color, en blanco y negro, etc. Se debe recordar que para cada uno de estos trámites enumerados, hay que pasar por una estresante “cola”. Para el caso del pago al Gobierno Provincial, los otavaleños a veces debemos viajar en ida y vuelta unos 50 km, hasta Ibarra. En traspasos de dueños, el asunto parece que se extiende más. Este es el despreciado y tedioso calvario, no apto para personas enfermas, que tenemos que pasar cada año.

Cuando llegó el cambio administrativo a la Dirección de Tránsito, de policías a civiles, había una entusiasmada esperanza de que las cosas fueran a mejorar, pero como se ve, no ha cambiado en casi nada, incluso sus oficinas siguen siendo las mismas. Como los dos únicos objetivos de la matriculación vehicular, son el cobro de impuestos y la revisión de los vehículos, se debería fijar sus dos únicos trámites: el pago de todos los valores en un banco y la revisión en varias agencias autorizadas y punto; pero somos campeones para perder tiempo y acumular toneladas de papel.