jueves, 26 de marzo de 2015

Policías vs. policías

La patética imagen de policías metropolitanos enfrentándose con los vigilantes de la Comisión de Transito del Ecuador, en la ciudad de Guayaquil; nos motiva a realizar varias interrogantes. ¿Cómo es posible que los llamados a mantener el orden público, sean los involucrados en una gresca callejera? ¿Acaso las autoridades ecuatorianas, desconocen el orden jerárquico y los roles de los diferentes cuerpos de seguridad? ¿Si un enfrentamiento ocurre entre autoridades que deberían poner el buen ejemplo, qué podemos esperar de la ciudadanía en general? Si esto es así, muchos con razón exclamarían: ¡Así, cómo pues!

Pero el origen de estos bochornosos incidentes, que por cierto son habituales de manera especial en la ciudad porteña, está en los políticos; de manera especial, de quienes tienen la enorme responsabilidad de legislar, ya sea a nivel nacional o municipal. Son ellos quienes no formularon con claridad su utilidad y sus roles. Para sostener esta afirmación, es necesario recordar, que para preservar la ley y el orden en cualquier tipo de país o Estado, es necesario e imprescindible la estructuración de un cuerpo de seguridad centralizada, tipo militar llamada: Policía Nacional. Esta entidad de seguridad interna, debería ser la única, que nos garantice de manera efectiva y profesional, la seguridad pública y el cumplimiento de todas las disposiciones, normas, leyes, expedidas de acuerdo a la Constitución vigente. En tal virtud, creo que ha sido apresurado en nuestro país, la creación de cuerpos de seguridad y orden público especializados, pero paralelos a la Policía Nacional; como lo fue, el de los Vigilantes de la Comisión de Tránsito del Guayas, ahora la Policía Metropolitana, Policía Municipal, y en última instancia la creación de los Agentes Civiles de Tránsito, en cada uno de los municipios del país.

Ventajosamente nuestros cuerpos de seguridad y orden público, paralelos a la Policía Nacional, no están armados, sino podríamos terminar como México; donde el narcotráfico, el “sicariato” y la corrupción, han infectado sanguinariamente las diferentes categorías policiales. 

¡Ya no más!

Dentro de los detractores y críticos de Rafael Correa  y el gobierno de Alianza País, está una amalgama de posiciones confusas y sui géneris; unos le acusan de no ser realmente un gobierno socialista de izquierda, con el argumento de que sigue el modelo extractivista y de sumisión a los capitales internacionales. Otros lo acusan de pregonar y tener la intención de establecer un Estado socialista y totalitario tipo Cuba o Corea del Norte. A pesar del fracaso del modelo socialista ruso y el declive del modelo capitalista occidental, parece que la pugna entre estas dos corrientes ideológicas de antaño, está todavía para largo.

Aunque muchos intelectuales califiquen al llamado Socialismo del siglo XXI, meramente como un populismo caudillista, que aglutina diversos sectores, incluso prominentes representantes de la llamada “partidocracia” y una cierta casta de políticos izquierdistas, que añoran y se aferran casi endémicamente a postulados y discursos caducos del siglo pasado, como un mecanismo de llegar al corazón del electorado; considero que en el caso de Ecuador, como no podía ser de otra manera, sí se han hecho cambios importantes, o por lo menos se ha tenido la intención de cambiar aspectos estructurales que nos mantenían como un mero país tercermundista y excluyente. Pero esto no le da derecho a nadie, a vulnerar nuestra democracia y más que todo nuestra Constitución, desde una oficina adyacente de Carondelet, o a santificar de una manera inconsciente, un caudillismo desnaturalizado y medieval en el Ecuador contemporáneo.

Cualquier ecuatoriano de una inteligencia media, puede darse cuenta de que la importante inversión social del gobierno actual, se debe exclusivamente al segundo boom petrolero que acaba de fenecer. Los cuantiosos recursos económicos de los últimos años, simplemente fueron gastados de una manera alegre y despreocupada. El cambio de la matriz productiva en el Ecuador, no pasa de ser una simple proclama política, y ahora sin recursos suficientes, mucho más. La democracia y las libertades en el Ecuador, está en entre dicho. ¡Por eso, tenemos el derecho de decir: ya no más!

Nubes negras

Hace poco, con todos los inconvenientes que produce el caso, habían abandonado un perrito muerto, a un lado del puente antiguo que da al barrio El Batán de la ciudad de Otavalo. Esta parte del río El Tejar que cruza la ciudad, es un punto, un monumento a la indiferencia y el abandono de parte de las autoridades de turno. A lo largo de estos veinte años que resido en Otavalo, he sido testigo de la proliferación de ratas en el sector, la inconciencia ciudadana que lo ven como un botadero de basura, accidentes de tránsito, la transformación multicolor y curiosa de la poca agua contaminada que circula por el río, la construcción de una gran cámara de desfogue de aguas servidas a unos cuantos metros de este puente patrimonial, olores nada agradables, la presencia habitual de malandrines, incluso la muerte de algunos “borrachitos”, de los tantos que deambulan por el sector.

Estamos hablando de un espacio muy concurrido por propios y extraños, en especial los días sábados. Un espacio que dentro de unos “pocos meses”, será de gran circulación turística y comercial, porque se ubica a escasos metros del nuevo y costoso mercado de la ciudad de Otavalo. A propósito, igual como sucedió en Quito, con el nuevo aeropuerto; aquí en Otavalo también, estimaron primero construir este moderno mercado, antes de prever los puentes de acceso desde la parte céntrica de la ciudad. Seguramente la “inteligencia” de políticos e ingenieros, tendrá una explicación razonable al respecto.

Existe la sensación de que las cosas por el sector se han empeorado últimamente: ha repuntado nuevamente la inconciencia y el descontrol con el basural dentro de esta quebrada, incluyendo animales muertos; para el colmo el sector ha sido tomado una vez más, por bandas de malandrines y alcohólicos que hacen de las suyas sin consideración alguna. Para rematar, entiendo que el nuevo “megamercado” quedó desfinanciado. Existe un fragmento de una canción que dice: “nubes negras sobre mí…corazón”. Como ciudadanos(as) esperemos que esto, no sea nuestro caso.

sábado, 7 de marzo de 2015

Respuesta inmediata

Una señora de la tercera edad de algún país del “primer mundo”, había presenciado una escena sospechosa, algo inhabitual para ella: varios tipos extraños de piel cobriza, se desembarcaban de una furgoneta obscura, con varios estuches y maletas a la mano. Ella pensó en alguna banda de terroristas o delincuentes, quizá en alguna escena, de una de esas películas taquilleras de Hollywood, y no dudó en llamar a la policía. La respuesta fue inmediata, en unos pocos minutos llegaron al vecindario, una cantidad impresionante de patrulleros y efectivos, para cercarlos y someterlos de inmediato. Luego del chequeo y las averiguaciones del caso, obviamente también del tremendo susto que produjo este operativo, se aclararon las cosas; la escena correspondía a un grupo de músicos otavaleños, que regresaba a su morada después de un arduo trabajo diario, desde el centro de alguna metrópoli.

Esta historia es real y anecdótica, viene al caso para ilustrar la efectividad de las fuerzas de seguridad en algunos países llamados desarrollados. Sin querer echar flores al “imperio”, las veces que visité los Estado Unidos, por ejemplo, pude comprobar que es un país extremadamente enorme, con un sistema estructural interno, que realmente sí funciona, quizá no en un 100%, pero funciona. Por algo nuestros países llamados del “tercer mundo”, tienen a estos países del norte como un modelo a seguir en muchos aspectos, especialmente en efectividad y tecnología.

Ecuador en este aspecto ha dado un salto cuantitativo, con la renovación de la Policía Nacional y la implementación de equipos e infraestructura. Con el servicio integrado de seguridad ECU 911 en funcionamiento, podemos distinguir claramente que la modernidad en este aspecto, ha llegado. Los grandes cambios denotan tiempo, creo que vamos por el camino correcto, hacia ese salto cualitativo, donde la respuesta de nuestros efectivos de investigación y seguridad puestas al servicio de la ciudadanía, sea profesional, efectiva e inmediata. 

Curiosidades del COIP

A continuación quiero compartir algunas curiosidades del nuevo Código Orgánico Integral Penal, que rige en el país. La persona que ingrese sin el consentimiento del dueño a la casa o negocio, tendrá una pena de prisión de seis meses a un año (art. 181). La persona que, por cualquier medio, realice una falsa imputación de un delito en contra de otra, será sancionada con pena privativa de libertad de seis meses a dos años (art. 182).  La persona que sin ejercer violencia, amenaza o intimidación en la persona o fuerza en las cosas, se apodere ilegítimamente de cosa mueble ajena, será sancionada con pena privativa de libertad de seis meses a dos años (art. 196).

Por suplantación de identidad para obtener un beneficio para sí o para un tercero, en perjuicio de una persona, será sancionada con pena privativa de libertad de uno a tres años (art. 212). Por la no afiliación al seguro, dentro de treinta días, contados a partir del primer día de labores, será sancionado con pena privativa de libertad de tres a siete días (art. 244). Para los “chulqueros” que otorguen un préstamo directa o indirectamente y estipule un interés mayor que el permitido por ley, será sancionada con pena privativa de libertad de cinco a siete años (art. 309). La persona que ejerza la profesión sin título, en aquellas actividades en las que la ley lo exija, será sancionada con pena privativa de libertad de seis meses a dos años (art. 330).

Si se causa la muerte de un animal (mascota) será sancionada con pena privativa de libertad de tres a siete días (art. 249). La persona que contraviniendo la normativa vigente, contamine el agua, será sancionada con una pena privativa de libertad de tres a cinco años (art. 251). Será sancionada con pena privativa de libertad de cinco a diez días, la persona que maltratare, insulte o agreda de obra a los agentes encargados de precautelar el orden público en el ejercicio de sus funciones (art. 394). Por conducir sin licencia, prisión de tres días. Por manejar con llantas lisas, prisión de 5 a 15 días. Por exceso de velocidad, prisión de tres días. Parece que las cárceles van a estar a reventar.