miércoles, 28 de mayo de 2014

Kuntur

El cóndor andino es una de las aves más emblemáticas de Suramérica y de una particularidad muy especial dentro de la dimensión  simbólica de los pueblos originarios. Desde tiempos muy lejanos esta majestuosa ave de vuelo infinito, ha fascinado no solo a los pueblos indígenas que han visto en su personalidad, sabiduría y un nexo divino, convirtiéndolo en algo sagrado, sino que también ha fascinado a las naciones pos colombinas, las que adaptaron su imagen a las insignias de sus países, resaltando la majestuosidad, el poder y la inmortalidad de sus Estados. La palabra cóndor se origina etimológicamente de la palabra kichwa, kuntur; aunque en taxonomía se lo conozca como Vultur gryphus, no se lo puede asociar al cóndor con un buitre depredador, pues en realidad es un animal carroñero perteneciente a la familia de los Catártidos, término derivado del griego kathartes que significa “el que limpia”, refiriéndose justamente a sus hábitos carroñeros de consumir animales muertos.

Mucho se ha hablado también del reencuentro de los pueblos originarios de Norteamérica, representado en el águila calva y los pueblos nativos de Suramérica, representado en el cóndor andino. La unión de estas aves representa la sintaxis filosófica de la América nativa, vigente al unísono y sintetizado en la creencia de que la naturaleza, el cosmos, es un ser vivo y activo. La sacralidad del cóndor ha estado presente por milenios, así lo corroboran restos arqueológicos, como los monolitos de Tiwanaku en Bolivia y tantos otros; sacralidad que seguirá vigente mientras esta ave siga sobreviviendo a la agresividad y al arrinconamiento que ha obligado el ser humano.

Anteayer fue liberado en el Parque Cóndor de Otavalo, “Polito”, un cóndor  instrumentado con un rastreador satelital, que permitirá determinar su ubicación exacta, rutas de vuelo y sitios de descanso. Es el segundo en ser liberado y representa un gran esfuerzo por garantizar la no extinción de estos nobles animales; esperamos que no termine como el cóndor “Felipe”, aniquilado por un disparo de arma de fuego. Más respeto con esta mítica ave, de gran simbolismo nacional.

viernes, 16 de mayo de 2014

Un nuevo periodo

Efectivamente, con el alcalde Gustavo Pareja, hoy comienza una nueva administración municipal en Otavalo, que tendrá la duración de un lustro. Como ciudadanos y ciudadanas responsables, no nos queda más que desearle el mejor de los éxitos a la gestión de las nuevas autoridades, que se posesionaron el día de ayer. El reto sería como en cualquier relevo, superar positivamente a la administración anterior, puliendo las falencias que pudieron haber existido e implementando nuevas propuestas, propuestas viables y coherentes, que nos permita  marcar una hoja de ruta a largo plazo, para la ciudad de Otavalo y sus comunidades.

El quehacer político demanda mucha responsabilidad y es un tanto complicado, al estar involucrado la voluntad y el destino de todo un pueblo. Es necesario que las nuevas autoridades involucren en su gobierno, no solamente a gente capacitada, sino gente con aptitudes y actitudes probas, en el ámbito del trabajo y la administración pública. Por otro lado, también es necesario ya olvidarse de las viejas rencillas con sus rivales políticos, para centrarse en el trabajo orientado al beneficio del cantón. Se debe notar que ahora, la estructura física, económica y sociocultural de Otavalo, tiene una realidad diferente a la de 10 o 20 años atrás, y cualquier política pública, se debe encasillarse dentro de esa realidad.

En el cantón quedan pendientes muchos temas; pero básicamente el tema productivo y turístico, deberán ser tratados con prioridad y mucha responsabilidad, con un asesoramiento adecuado y una efectiva participación ciudadana. Recordemos también que el tema turístico se sustenta básicamente en la cultura y la ecología; bueno, en fin, el trabajo comienza ahora, esperamos que sea un trabajo participativo, propositivo; la buenas voluntades de manera desinteresada, las ofrecemos hoy en función de nuestro cantón. Estaremos atentos como siempre, divergentes a cualquier señal de retroceso. 

En la misma piedra

La Alemania nazi de 1939, con Adolfo Hitler a la cabeza, se había rearmado rápidamente  y además de la sed de venganza que tenía, por lo ocurrido durante la Primera Guerra Mundial, tenía intenciones más oscuras, como la de emerger a su nación, en un imperio absoluto en términos globales, que duraría mil años. La Segunda Guerra Mundial que finalizó nuevamente con la capitulación de Alemania en 1945, fue el conflicto militar más sanguinario que se haya registrado en la historia de la humanidad;  se involucró la mayor parte de las naciones del mundo, en especial las grandes potencias que tomaron partida en uno de los dos bandos: los Aliados con Inglaterra, Francia, URSS y Estados Unidos a la cabeza; y las Potencias del Eje con Alemania, Japón e Italia.

Se movilizó una cantidad increíble de recursos, sean estos bélicos, humanos, científicos y económicos, con más de 100 millones de militares puestos en acción. Se utilizó por primera y única vez, armas nucleares en un conflicto militar. El resultado fue macabro, un saldo de 50 a 70 millones de víctimas, destacándose en ello, los mártires judíos del holocausto nazi. Otro hubiese sido el destino de la humanidad, si la Alemania nazi y el imperio japonés, hubiesen logrado su cometido. Nadie sabe lo que hubiera ocurrido.

Cuando los Aliados llegaron victoriosos a Berlín a principios de mayo de 1945, los alemanes tuvieron que rendirse incondicionalmente ante americanos como también ante el ejército rojo. Rusia que pagó un alto precio en esta guerra, guarda en su memoria el 9 de mayo, como el Día de la Victoria. Ahora, parece que aquel conflicto de hace 70 años, toma vigencia nuevamente con el conflicto de Crimea en Ucrania; Rusia anuncia un desfile militar en la zona para este día, y la canciller alemana Angela Merkel, lamentó que el gobierno ruso tenga intenciones de instrumentalizar esta fecha, reviviendo viejas heridas entre estas dos naciones. Parece que no hemos sido capaces de aprender las grandes lecciones de la historia; bien dice el dicho, que el hombre es el único animal que se tropieza dos veces en la misma piedra. 

domingo, 4 de mayo de 2014

40 años

El 1 de mayo de 1974, se constituyó la Federación Indígena y campesina de Imbabura - FICI, como un espacio que recoge las necesidades de lucha y las voces reivindicativas de los pueblos y comunidades kichwas de la provincia de Imbabura; excluidas e invisibilizadas por el Estado Nacional, al igual que otros pueblos originarios de Ecuador y el Continente. El objetivo que se plantearon los líderes indígenas de esa época, era ni más ni menos que suprimir toda forma de explotación, opresión y discriminación racial, arrastrado por cinco siglos de colonialismo,  pregonando la construcción de una sociedad solidaria, comunitaria y humanista; así también la búsqueda del reconocimiento y el respeto a las diferencias culturales de los pueblos.

Fueron estas acciones y sumadas a otras que se realizaron paralelamente en otras provincias de país, que a mediados de la década de los ochenta del siglo pasado, posibilitaron la consolidación de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador CONAIE; que emerge como la voz principal de los pueblos indígenas del país, para consolidarse como uno de los actores más representativos en la vida política nacional. Cabe mencionar que la consolidación organizativa de los pueblos y nacionalidades originarias del Ecuador, no fue fácil ni sencilla, sino más bien respondió al cúmulo de luchas iniciadas por el mismo Rumiñahui, posteriormente por Fernando Daquilema y más que todo al trabajo organizativo realizado por lideresas como Dolores Cacuango y Tránsito Amaguaña. Papel protagónico digno de resaltar, fue la del imbabureño Monseñor Leónidas Proaño, conocido en la época como el “Obispo de los Indios”.

La Chijallta-FICI, hoy Federación de los Pueblos Kichwas de la Sierra Norte del Ecuador, a pesar de las desavenencias políticas y organizativas, después de 40 años, sigue vigente y es digno reconocer el trabajo realizado por sus sucesivos dirigentes, hombres y mujeres de lucha, que han marcado un  aporte histórico, en la búsqueda y construcción de una sociedad más justa y el verdadero Estado plurinacional.