viernes, 29 de noviembre de 2013

El pelo largo

Resulta preocupante cómo nuestros hijos kichwas de pelo largo, deciden arbitrariamente de un momento a otro cortarse su trenza. Una vez más la moda impuesta por los medios masivos de comunicación, imponen su subcultura. Los padres talvez erróneamente nos consolamos al afirmar que sólo se debe a una burda moda pasajera. En términos generales nuestra sociedad lleva a la gente a creer que el estilo de pelo que llevan, es una cuestión de preferencia personal; un asunto de moda o conveniencia, o sencillamente un asunto de estética; pero dentro de la cultura kichwa no es así, el pelo largo representa algo más.

Durante la guerra de Vietnam, Estados Unidos desarrolló un programa militar, en la que reclutaba guerreros indios capaces de extraordinarias proezas en el campo de batalla; pero de forma inexplicable, cualquiera que fueran sus talentos y capacidades en la reservación india, parecía que misteriosamente desaparecían en la milicia. Este fenómeno inexplicable llevó al gobierno norteamericano a realizar un estudio, donde se demostró que este fenómeno se debía al corte de pelo militar que se les hacía a los nativo americanos, quienes decían que no podían “sentir” al enemigo, ni acceder a su “sexto sentido”, su “intuición” y que por eso sus sentidos no podían ser fiables, ni ellos podían “leer” las señales más sutiles, ni acceder a información extrasensorial. De esta forma el documento final del estudio recomendaba que todos los rastreadores indios estuvieran exentos de los cortes militares, de hecho se requería que los rastreadores tuvieran el pelo largo.


Dice la sabiduría ancestral que cada parte del cuerpo tiene sus funciones específicas, que la madre naturaleza mediante la evolución ha dotado a cada ser vivo, y esto ha permitido la supervivencia del ser humano y otros mamíferos; en tal virtud nuestro pelo largo es una extensión del sistema nervioso, un conducto energético, como un tipo de hilos sensitivos altamente evolucionados o “antenas” que transmiten información al cerebro. Mucho cuidado con el corte de nuestra sagrada trenza.

viernes, 22 de noviembre de 2013

Monstruosidades

Hace ya más de cuatro meses que aconteció en Otavalo, una monstruosa noticia. Una mujer kichwa fue agredida salvajemente por su pareja, con un pico de botella, con el cual le propinó cortes muy graves en los ojos y estos le ocasionaron la pérdida total de la vista. Increíble constatar tanta irracionalidad sostenida por el alcohol y los celos, a la vuelta de nuestras casas, y más aún parte nuestros corazones, saber que sus hijos pequeños presenciaron este macabro hecho. En este caso no sé que sería lo justo a la hora de juzgar al infeliz que la agredió. Se podría equiparar a un asesinato, o más que eso, pues el muerto descansaría en paz; pero pensemos en la pobre señora que tiene que vivir toda su vida en la oscuridad y encima velar por sus hijos. Terrible dilema para los jueces.


Por estos días, otra noticia horripilante sacude una vez más la conciencia ciudadana del norte ecuatoriano. Cerca de Otavalo otra mujer kichwa, docente, fue atacada salvajemente y violada por tres descerebrados que ventajosamente han sido detenidos. En los dos casos se genera un terrible dolor en sus familiares, que difícilmente podrán recuperarse del shock psicológico al que han sido expuestos. Todos nos preguntamos ¿qué nos está pasando? ¿Dónde están los valores como el respeto al prójimo, que nos inculcaron nuestros padres y nuestros guías espirituales? No cabe duda que la crisis generada en la familia, la escuela y la sociedad, son los responsables de esta degeneración social. En tal virtud podemos señalar que nosotros como padres, maestros y gobernantes; más que asumir una mea culpa, debemos obligarnos a reflexionar en la remediación de una sociedad que va en retroceso, en cuanto a los valores humanos que nos diferencian de las bestias. Y la remediación puede estar en el ejemplo, en el respeto a la humanidad, a la persona, a sus diferencias, a sus preferencias. Cuando se pierde el respeto que todas y todos nos merecemos, la bestialidad oculta en lo humano puede salir de parte a parte. Un mensaje para padres, maestros y gobernantes.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Fecha memorable

“Espero que mañana a las seis de la tarde me informará que ha vuelto la tranquilidad a Guayaquil, cueste lo que cueste, para lo cual usted queda autorizado” Estos fueron los términos del telegrama con las que el Presidente de la República José Luis Tamayo, ordenó al Comandante de la Zona de Guayaquil, aplacar la huelga general de los trabajadores producida a mediados del mes de noviembre de 1922. En esa época la economía mundial entró en una etapa muy difícil a causa de la I Guerra Mundial, y nuestro país no quedó al margen de tales efectos.

Una serie de movimientos obreros y de trabajadores se habían sumado a las protestas, como los ferroviarios, trabajadores de los carros urbanos, los de la empresa eléctrica, cacahueteros, carpinteros, panaderos, albañiles, peluqueros, lavanderos; todos ellos se unieron a la marcha del 14 de noviembre, donde se estima que desfilaron alrededor de unas treinta mil personas hacia la gobernación, para entregar un manifiesto en la que reclamaban la rectificación de las medidas económicas del gobierno, el cumplimiento de las 8 horas de trabajo, mejora salarial,  libertad de los líderes detenidos, entre otras demandas.


El 15 de noviembre de 1922, fecha memorable para todos los ecuatorianos y ecuatorianas, en especial para la clase obrera y trabajadora; se produjo una de las matanzas más infames que se haya acontecido en contra de la población civil de nuestro país. Los militares apostados en calles, portales y casas guayaquileñas, disparaban sin cesar a la multitud. Según estimaciones unas mil quinientas personas fueron asesinadas, sus cuerpos fueron a parar en fosas comunes o al torrente del Río Guayas. El Estado ecuatoriano nunca reconoció este crimen y los responsables de la masacre nunca fueron sancionados, quedando así en la más absoluta impunidad. Es justo y se debe notar también que dentro de los manifestantes había como siempre infiltrados anarquistas violentos, que alimentaron de alguna forma la consumación de este penoso suceso histórico. Paz en la tumba de los caídos en la lucha social.

sábado, 9 de noviembre de 2013

Análisis político local

Para empezar y para evitar cualquier malentendido, quiero reconocer el trabajo del actual alcalde de Otavalo, el señor Mario Conejo Maldonado. En términos electorales todo parece indicar que en las próximas elecciones de febrero, en lo concerniente a la alcaldía de Otavalo, el enfrentamiento político electoralista se dará nuevamente entre los candidatos Conejo y Pareja. A pesar de que la oposición está un tanto fragmentada como siempre, el alcalde actual de Otavalo, corre un serio riesgo de perder su nueva reelección, por la sencilla razón de que un amplio sector de la ciudadanía otavaleña, sin desconocer los logros de su administración, aspiran ya, a un recambio y oxigenación completa en el Municipio de Otavalo.

Es lamentable que dentro de Alianza País no se haya configurado otro perfil a la alcaldía de este cantón. Decir o pensar que: “Solo yo estoy en condiciones de ganar y gobernar” es una forma evidente de despreciar a los y las camaradas de un movimiento o partido político, pues suponemos que dentro de las organizaciones políticas, existen personas inteligentes y preparadas para desempeñar ese rol político. Seguramente se sentirán tentados por las voces al oído o las famosas encuestas que por parcializadas pueden ser engañosas.


Recordemos por otro lado, que el candidato Pareja en las últimas elecciones perdió por margen muy estrecho de votos y pese a que hizo una pausa política de cuatro años, tendría una tendencia a subir en las preferencias electorales, a esto hay que añadir el hecho de que algunas de las figuras más representativas del Movimiento Pachakutik y otros sectores, como José Manuel Quimbo, van sumando fuerzas alrededor de Gustavo Pareja. Los otros candidatos se remiten a ser unos ilustres desconocidos que más allá de un manejo profesional de la campaña electoral, necesitarían algo de milagro para poder lograr su cometido. Considero que un o una “offsider” que surja al interior del movimiento verde, patearía el tablero político local, más aún si es mujer, kichwa, profesional y lideresa. El reto está planteado.