viernes, 28 de abril de 2017

La historia menos conocida

Se podría señalar que la historia más conocida de Ecuador, prácticamente se remite a los acontecimientos sucedidos a raíz de la fundación española de la ciudad de Quito. Varios investigadores como los religiosos Juan de Velasco y Federico Gonzáles Suárez, han tratado de develar esta parte de la historia antigua de la región de los quitus, en base a las historias contadas de generación en generación, remitiéndose a los cronistas de indias y la investigación arqueológica. A estos estudiosos se han unido un nutrido número de investigadores y autores como Segundo Moreno Yánez, que en su libro “Historia antigua del país Imbaya”, realiza importantes revelaciones en torno a las características de las culturas precolombinas que habitaron la región norte de Quito.

Con respecto a los cacicazgos existentes en la zona, Yánez señala que “Hasta el momento pocos son los datos que conocemos sobre el principal poblado del cacicazgo de Cayambe. Parece que la residencia de los señores étnicos no se cambió de lugar con las reducciones españolas, como fue el caso del Otavalo ancestral.” Esto a razón de que hasta el siglo XVIII, se podían observar vestigios de estructuras monumentales, que al parecer fueron templos o adoratorios, que se habían levantado hace ya siglos en la zona de Cayambe. “Más de medio siglo después, Francisco José de Caldas pudo observar en la orilla occidental de la laguna de San Pablo, un edificio de piedra bruta con solo los frentes labrados y unidos con una argamasa de lodo. Su figura era circular, sin ventanas, con una sola puerta, aunque los indios aseguraban que había tenido dos, su diámetro interior alcanzaba 46 pies; el ancho del muro 4 pies. El alto de la puerta no excedía la estatura de un hombre y terminaba en un pequeño arco el que estaba construido con piedras trabadas unas con otras.” Eran construcciones de gran altura, pero lo que me sorprende es que el mismo Caldas, encontró un “monumento parecido” en la comunidad de Agato; mi “llakta” a la que siempre vuelvo.

sábado, 22 de abril de 2017

Del dicho al hecho, hay mucho trecho


Es muy común escuchar a la gente decir, que por hoy existen una serie de enfermedades como el cáncer principalmente y otras como la diabetes, la hipertensión, la gastritis, entre otras tantas, que cobran la vida de millones de personas en el mundo; y que antes no existían estas enfermedades, se repite. Se da una especie de condena a la modernización, la contaminación, el consumo de productos procesados, el sedentarismo, el uso de productos químicos en la agricultura, en fin al mismo tipo de vida estresada que tenemos en la actualidad. Se habla en el sentido de que antes la vida era mejor y que ahora estamos expuestos a todas estas calamidades de la modernidad. En parte podrían tener razón, pero más que dejarnos llevar por ciertas creencias que llegan a convertirse en mitos, vale conocer lo que realmente sucede en el mundo.

Primero debemos convencernos que antes al igual que ahora, todos se morían por diversas circunstancias, y eso por lo pronto no cambiará todavía, aunque se especula que el ser humano en el futuro podría vivir unos 150 años o más, o incluso que podría alcanzar la inmortalidad. Lo que hay que saber también es el hecho de que hace aproximadamente un siglo, la esperanza de vida por ejemplo en España, era apenas de 35 años de edad; por hoy el mismo país ostenta uno de los mayores índices, con una edad promedio aproximada de vida de 78 años para los varones y 82 años para las mujeres. Esto ilustra claramente, de que a diferencia de lo que sucede ahora, antes muchísimas personas no llegaban a viejos por la elevada tasa de mortalidad, especialmente por la muerte prematura, las enfermedades endémicas, guerras, falta de alimentos, la ausencia de medicamentos, entre otros factores. Antes eran muy pocos los privilegiados que llegaban a los 80 años. Por hoy con el avance de la medicina y el control de las enfermedades, la revolución agrícola y la baja intensidad de los conflictos bélicos, más un adecuado estilo de vida, la gran mayoría de nosotros podríamos disfrutar de una vida longeva. Mucho ojo: “Del dicho al hecho, hay mucho trecho”

viernes, 14 de abril de 2017

El reto de Lenín Moreno

Más allá de que las elecciones presidenciales fueron justas, transparentes y democráticas o, no; parece que las fichas ya están dadas, Lenín Moreno sería el presidente de Ecuador durante los próximos cuatro años, a menos que suceda algo excepcional en la vida política de nuestro país. Con una economía en recesión, altos niveles de endeudamiento, credibilidad fracturada, polarización política y el duro embate de la naturaleza; Ecuador no es el tipo de país con el que soñaría un político a punto de hacerse cargo de la primera magistratura. Moreno, hombre bueno pero de escasa experiencia política, a razón de que la vicepresidencia o su estancia en Ginebra no constituye justamente una escuela que pudiera pulir un político de quilates como se quisiera, tiene un gran reto histórico en sus manos. La prueba de fuego en una primera instancia sería la estabilización de la economía por un lado, y la estabilización política, entendida como una acción que contrarreste la polarización y la división, que se ha generado entre la población ecuatoriana y que constituiría la principal amenaza al nuevo gobierno

Para lo primero bastaría rodearse de asesores económicos pragmáticos de primera línea, mientras el segundo aspecto referente a la polarización, no es una cosa sencilla y está supeditado al capital político y al liderazgo indiscutible de la primera autoridad. Moreno tendría que sacudirse de la polvareda correísta y marcar su propia agenda en función de país, con un amplio acuerdo político y social a nivel nacional; si no, estaríamos camino a la “venezolanización” de nuestro país, con consecuencias catastróficas. Es sumamente importante hacer notar al próximo presidente, que no puede obviar el tema de la corrupción, el impulso verdadero y efectivo a la productividad que garantice un crecimiento económico sostenible, la independencia absoluta de los poderes del Estado, en especial del Poder Judicial, la restitución de las libertades fundamentales y la consolidación del Estado Plurinacional. Si Moreno no es capaz de asumir esta agenda básica para el país, estaríamos por perder cuatro años más.

viernes, 7 de abril de 2017

Elecciones sospechosas

En elecciones anteriores, desde que tengo uso de razón, nunca hubo sospechas de fraude tan grandes como las que hoy, después de la elección presidencial del 2 de abril, se han dado. Por más rivalidad ideológica y enemistad política que haya existido entre el candidato ganador y el perdedor, casi siempre, por no decirlo siempre, habido aceptación y resignación a los resultados emitidos; en primera instancia por los llamados “exit poll” y después ya a los resultados oficiales que siempre coincidían casi con el resultado final. Pero en esta ocasión las cosas cambiaron inexplicablemente, más aún si tomamos en cuenta que por hoy, se tiene el apoyo de las nuevas tecnologías de la información y transmisión de datos en forma instantánea, a más de eso el apoyo y la participación de distintos organismos, entre otros factores. Las empresas encargadas de las encuestas a boca de urna, dieron sus resultados al término de la elección, con una tremenda diferencia la una de la otra, que provocaron el festejo de las dos candidaturas en simultáneo, como los eventuales vencedores.

Según estas circunstancias, el ciudadano común con mínimo de inteligencia, se da cuenta de que aquí alguien está mintiendo. A más de eso vienen las denuncias de un apagón informático en el CNE, inconsistencias en miles de actas, entre otras. Por otro lado Polibio Córdova, representante de una encuestadora muy reconocida como es Cedatos, denuncia un nuevo ciberataque a su sistema informático, que espero no sea obra del hacker más famoso del mundo que tiene el Gobierno; así mismo la principal de Participación Ciudadana, Ruth Hidalgo, denunció haber recibido amenazas de muerte; un cúmulo de sucesos preocupantes.

Cuando los resultados marcan una mínima diferencia entre dos candidatos, más aún con estas anormalidades, es justo y necesario hacer una revisión exhaustiva del proceso electoral, si es necesario incluso revisar las urnas voto a voto para dar total legitimidad y legalidad al candidato ganador; si esto no ocurre, el país corre el riesgo de convertirse en un polvorín, y eso nadie quiere en las actuales circunstancias, en que la población se ha polarizado peligrosamente.

jueves, 6 de abril de 2017

Cambio de mando



Una foto de 2016 para la historia, Raúl Amaguaña entrega el bastón de mando a Patricio Lema, quien ejercerá la presidencia del Cabildo Kichwa de Otavalo hasta marzo de 2019 (Fuente EL COMERCIO)

martes, 4 de abril de 2017

Otra resolución apresurada

Una vez más las autoridades municipales de Otavalo se equivocaron, al comprometerse apresuradamente con los comerciantes del Mercado 24 de Mayo. La Resolución N° 342-GADMO-2016, llamada “Resolución de uso de suelo para el sector del Nuevo Mercado 24 de Mayo y sus periferias”, dispone y declara al perímetro del nuevo mercado, como zona de uso residencial; como tal limitada solamente a ciertas actividades económicas. La disposición municipal señala “entre las calles Segundo Castro, entre la vía de circunvalación y el puente del Batán y Luis Enrique Cisneros desde la calle Angélica Hidrobo hasta la vía de circunvalación” a la zona afectada y continúa: “En esta área quedan prohibidos los negocios de licorerías, abastos, mini markets, cárnicos, bazares, restaurantes de tercera y cuarta categoría turística, comedores y plasticentros.”, además de señalar otras actividades económicas que generan contaminación ambiental.

El país en general y por ende se sobrentiende Otavalo, atraviesa una crisis o recesión económica muy sentida, ya no negada por nadie; en estos tiempos es necesario buscar maneras y mecanismos para reactivar la economía popular. Dentro de esa lógica no viene al caso en estos tiempos difíciles, una prohibición a las diferentes actividades comerciales que se genera y se repotencia alrededor de un centro de comercio, como el nuevo mercado de Otavalo. En este sector se encuentran comerciantes y gente que ofertan sus productos y servicios ya por varios años y no es posible mandar a cerrar sus negocios de un plumazo. Esta situación como en ocasiones anteriores, genera rechazo e incertidumbre, y se tiene conocimiento de que ya se han dado enfrentamientos violentos con la Policía Municipal. La población donde sea, reclama la libre oferta de productos y servicios, la sana competencia entre los ofertantes, obviamente cumpliendo con los requerimientos legales establecidos. Hacemos un exhorto a las autoridades del Concejo Municipal de Otavalo, para que revean esta injusta y apresurada disposición.