sábado, 30 de julio de 2016

Reinados de belleza

 Foto: elcomercio.com

En los últimos años en que el tema de la equidad de género es un tema de avanzada democrática, el tema de los reinados de belleza con razón genera un cuestionamiento profundo a su naturaleza. Por un lado está la libertad que tienen o tenemos como personas individuales o colectivas a desarrollar tradiciones culturales que pueden ser muy arraigadas dentro de una sociedad, como el caso de las señoritas “reinas”; por otro lado estas prácticas según la visión actual, pueden vulnerar los derechos e incluso la dignidad de algún sector importante, específicamente el de las mujeres.

Las sociedades gracias a la reflexión de pensadores, cientistas sociales, representantes políticos, gente común, hombres y mujeres comprometidos con la justicia, indudablemente que avanzan. Desde este enfoque consideramos firmemente que los concursos de “belleza”, por considerar a la mujer como un objeto decorativo o sexual deberían ser abolidos. Además el canon de belleza que se maneja en este tipo de eventos, corresponde al modelo occidental dominante. Más allá de que la belleza es un concepto subjetivo y abstracto, consideramos que la belleza física no debe ser un valor predominante que otorgue relevancia social, sobre otros atributos como la inteligencia, la honestidad o la sensibilidad social.

Sin embargo hay que considerar que existen reinas de belleza, porque las mismas chicas o la misma sociedad así lo desean. Es un tema que no hay tomar a la ligera, sino más bien de seguir ampliando el debate. Pero lo que es totalmente despreciable es que estos espacios de “concursos” como en el caso de la Reina del Yamor en Otavalo, traten de mantenerse como un reducto de dominación colonial  racista, reservada solamente a una élite blanco-mestiza, que trata de reafirmar un poder que ya se les escurre de las manos.

viernes, 22 de julio de 2016

Interculturalidad y representatividad

Foto: cortesía -  Pablo Velasco

Según el último censo del año 2010, en el Cantón Otavalo se contabiliza que la población total fue de 104 874 habitantes, distribuidos de la siguiente manera: población rural 65 520, población urbana 39 354. La población distribuida según la etnia predominante se registra de la siguiente manera: población indígena 60 032, población mestiza 42 260, el resto del total corresponde a otras minorías étnicas. Cabe notar que tanto la población indígena como la mestiza, tienen una importante representación tanto a nivel urbano y rural.

Al realizar una comparativa de estos datos con el nivel de representatividad política en el Cantón Otavalo, claramente se evidencia un no tan democrático desfase a la hora de nombrar a las autoridades que nos representan. Calculando apresuradamente podríamos determinar que en Otavalo se debería nombrar cinco concejales rurales y cuatro concejales urbanos, y no al contrario. En términos de representación étnica el cuadro debería ser de cinco o seis concejales indígenas y de cuatro o tres concejales mestizos. Realmente es tedioso llegar al extremo de estas exigencias, pero desde la lógica del reclamo por la razón de equidad de género, que ha sido aceptada ampliamente, esto podría ser muy válido.

Más allá de datos numéricos es muy importante cultivar una democracia de representación plena, donde prime la equidad y que nuestras autoridades sean el fiel reflejo de nuestras sociedades o llámese comunidades. Otavalo es nombrado como la Capital Intercultural del Ecuador, por el hecho de que convivimos mestizos e indígenas mayoritariamente, razón por la cual quien gobierne este cantón, debe ser aquella persona que tenga un conocimiento cabal de la realidad socio-cultural de estos dos pueblos; esto quiere decir que debe conocer de las dos culturas y tener pleno dominio de las dos lenguas, el Kichwa y el castellano.

viernes, 15 de julio de 2016

Espectro ideológico


El mundo contemporáneo responde a un “orden económico-político mundial”, que se ha establecido como consecuencia de procesos históricos liderado por países hegemónicos, occidentales principalmente. Es así que el capitalismo y el modelo occidental de democracia tienen predominio en la estructuración de cualquier sistema político y económico de cualquier país del mundo. El marxismo o llámese comunismo o socialismo, o cualquiera de sus versiones, surgió como respuesta o alternativa a un sistema elitista, injusto y opresor que denotaba el capitalismo, principalmente en sus inicios. Pero el socialismo, el más ortodoxo más que todo, no pudo establecer una real alternativa que propicie una sociedad próspera, democrática y libre, que llene las expectativas de felicidad que cualquier ser humano busca en su existencia.

En base a estas alternativas de gobierno predominantes en el mundo, se establece el “espectro político ideológico”, a lo que comúnmente conocemos como “derecha, centro derecha, centro, centro izquierda, izquierda”, donde se ubica en sus extremos la visión conservadora del mundo por un lado, y por el otro la visión revolucionaria. Es así que cualquier modelo de gobierno o llámese ideología política, reconozca o niegue, se ubica necesariamente en algún lado de este espectro ideológico. Claro que dentro de esto se ven contrariedades como por ejemplo, el capitalismo salvaje de la China socialista, o la dinastía medieval de Corea del Norte. En conclusión, un modelo de gobierno, inédito y nuevo, de una real justicia social y libertad, surgirá en el mundo, de las cenizas del capitalismo, que por hoy está representada en las grandes fortunas y corporaciones, que marcan la agenda de la política económica mundial; mientras tanto tenemos que sobrevivir con las mismas reglas y herramientas que nos plantean distintas posiciones, desde el multicolor “espectro político-ideológico”.

viernes, 8 de julio de 2016

Entre Otavalo y el Imbabura


Otavalo al igual que toda la provincia de Imbabura, ha sido bendecida con hermosos paisaje que pocos o muchos no hemos terminado de disfrutarla. En esta ocasión comenzaremos un viaje imaginario desde Otavalo hasta los pies del volcán Imbabura, más conocido como el taita Imbabura, porque según la mitología indígena, este cerro es un ser vivo, padre y protector de todos sus hijos que se han asentado a su alrededor. El viaje relativamente es corto, por lo  que haremos caminando, como debe ser, sí queremos un contacto directo con la naturaleza y su gente. Desde el sector de Copacabana seguiremos la ruta del tren en dirección norte, después de algunos minutos ya estaremos saliendo de la ciudad, para conectarnos con la impactante naturaleza de la Cascada de Peguche. En este trayecto lamentablemente hay que hacer un jalón de orejas a las autoridades municipales que en su momento sin preverse de nada, aprobaron la ubicación a los filos del ferrocarril, del plan de vivienda popular “Venezuela” y la retención vehicular de la Policía Nacional. ¡Qué falta de visión y consideración!

Al bordear el bosque de la cascada por la parte norte y en ascenso, nos encontramos con una muestra arquitectónica tradicional muy hermosa, conocida como hostal “La Casa Sol”, un emprendimiento hotelero Kichwa de alto nivel. Un poco más arriba subiendo Chimbaloma, llegamos a una acequia y junto a esta un espacio ritual llamado Kurikancha. Unos metros más, ya estamos en un sector de la comunidad de Agato, que tiene una vista impresionante del Valle del Amanecer. Seguimos caminando en medio de casas y maizales, pasando por el Centro de Sabiduría Ancestral Pakarinka Sisari de Chimbaloma, hasta llegar al centro de la comunidad, donde se ubica una la pequeña capilla con las imágenes de San Antonio y San Agatón. Del centro en mención hasta superar la parte poblada y conectarse con la naturaleza del mítico cerro, dista nada menos que unos cuarenta y cinco minutos de caminata. ¡Bien, el reto está planteado, a caminar se ha dicho! 

domingo, 3 de julio de 2016

Notas sobre el Inti Raymi


A pesar de que el Inti Raymi tiene diferentes matices según la práctica de cada pueblo, se puede resumir en el caso de la región norte de Ecuador, que es una fiesta de baile generalizado, la gastronomía propia de la época y el jolgorio en torno a la cultura autóctona y prácticas ancestrales. Por hoy no es solamente una celebración exclusiva del sector indígena, sino más bien ha trascendido a otros sectores de la sociedad como la mestiza, que lo ha retomado como algo propio de sus raíces. Digo retomado, porque siempre fue suyo; asumiendo que cuando hablamos de mestizaje, se sobrentiende que la persona es una confluencia de dos culturas, y como tal la una confluencia, es decir la indígena o Kichwa, es una parte propia que lamentablemente por los complejos y prejuicios que ha impuesto la cultura dominante, ha sido ignorado o en el peor de los casos ha sido despreciado como algo ajeno.

Retomando el Inti Raymi ya como un patrimonio cultural y de identidad nacional, sin la necesidad de normar mediante leyes u ordenanzas en relación a la fiesta misma, es necesario crear conciencia con relación a la esencia de la celebración. Es muy importante saber que, más allá de una práctica folclórica popular que debe ser aprovechada para potenciar el turismo  y la economía popular, en realidad no es así; el Inti Raymi después de cientos de años de dominación, todavía responde  a la expresión más profunda del ser andino, un espacio donde se reivindica como runa. Por otro lado es necesario lejos de cualquier justificativo, erradicar la violencia que puede generar esta práctica, como en el caso de Cotacachi o San Juan Capilla de Otavalo, para ello es necesario como ya se lo hace en el primer cantón citado, que autoridades, dirigentes indígenas e involucrados, tracen estrategias efectivas, para extirpar esta mala práctica que lamentablemente pone en entredicho esta celebración.