sábado, 1 de junio de 2013

Trauma social

Aunque la individualidad es una característica del ser humano; el individualismo, el egoísmo y la falta de unidad de los latinoamericanos, dan mucho más que pensar en una sola simple respuesta, de que es una particularidad regional y nada más. No sé si es una mala dada herencia indígena o un legado de las múltiples fusiones étnicas de los peninsulares europeos que llegaron a estas tierras; o podría ser también un trauma psicológico social, producida por la feroz conquista española. Sería oportuno que los cientistas sociales, los antropólogos e incluso la psiquiatría social, pongan sus sanos oficios en aras de establecer realmente qué sucede y establecer el tratamiento adecuado.

En estos últimos largos años de efervescencia política de corte izquierdista anti imperialista, que ha marcado hegemonía en Latinoamérica, en la que se han escuchado emotivos cánticos y proclamas como el “alerta que camina, la espada de Bolívar por América Latina”, el tema de una unidad real en la construcción de la patria grande de Bolívar y San Martín, solo va quedando en encuentros y efusivas proclamas convencionales, que van presagiando una vez más, el maldito destino difícil de romper para Latinoamérica.

La UNASUR va quedando solamente en un bello membrete, y ni qué hablar del ALBA. Los gobiernos llamados progresistas de la región, debieron aprovechar la coyuntura política regional en su momento y fijar plazos bien establecidos, hacia una transición real y concreta llamada Unión Suramericana. Causa hasta un poco de gracia ver cómo esta esquiva unidad, se ve afectada por sucesos triviales y domésticos como el ocurrido hace poco entre Ecuador y Perú, o lo que acontece por estos días entre Venezuela y Colombia, por una simple visita del gobernador de Miranda al gobierno colombiano. Con la transición política que se ha dado en países como Chile y Paraguay, queda claro que las celebraciones revolucionarias, pueden ser simplemente eventos fortuitos y hasta eventos políticos folclóricos propios de nuestra región. A la final un trauma es un trauma.


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