lunes, 24 de septiembre de 2012

Libertad, seguridad y trabajo


 
La meta de cualquier gobierno racional debe ser la lucha inclaudicable contra la pobreza. En efecto creo que ese es el afán de los gobernantes del mundo, aparentemente. En ese contexto los estados se centran en la búsqueda de la mayor cantidad de recursos y riquezas que garanticen el bienestar de sus ciudadanos, y la de sus corporaciones en el caso de los países ultra capitalistas. Lamentablemente esta es la lógica del orden económico mundial, en la que estamos inmersos casi todos los habitantes de este planeta. Orden económico proclive a las grandes desigualdades sociales, que obligatoriamente debe irse corrigiendo. Más que cerrar los ojos o rechazar esta realidad, debemos propiciar relaciones económicas más justas y soberanas con las potencias del mundo.

Los berrinches ideológicos a la hora de establecer políticas económicas y comerciales dentro y fuera del país, son nocivos para el crecimiento económico que todo país necesita. Por otro lado subestimar y pretender limitar, emprendimientos particulares, bajo preceptos socialistas caducos, o principios colectivos arcaicos, es descalificable y poco consecuente con la realidad global. El ser humano necesita libertad, seguridad y trabajo. Libertad para pensar y decidir, seguridad para actuar, y trabajo  para vivir dignamente. Contradictoriamente, las libertades han sido amenazadas, la seguridad ciudadana se convierte solo en un cálido recuerdo, y en cuanto al acceso al trabajo, las estadísticas difieren totalmente de la realidad social.

Si queremos vencer a ese enemigo común que es la pobreza, debemos desintoxicarnos de los extremismos ideológicos y pensar en función de país. Al Ecuador ni a sus conciudadanos conviene una derecha ultra capitalista, egoísta e insensible, como tampoco un izquierdismo fantasioso, intolerante e inmediatista. La Patria es de todos, y todos debemos construir un acuerdo, una hoja de ruta, un plan de gobierno; no solamente para el rico, ni tampoco solamente para el pobre, sino para todos, sin exclusión alguna.

Publicado en Diario El Norte - 21/09/2012 

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