Al comenzar este nuevo año, aprovecho de este espacio para
extender mis más sinceros deseos de éxitos y felicidad en el 2014, a todos mis
amigos, amigas, familiares, conocidos y ecuatorianos en general. Tres cosas
básicas es lo que clamamos como nuestros deseos más inmediatos y personales,
con ocasión de cada nuevo año: primera y básicamente la salud, porque la salud
física y espiritual debe ser el máximo logro del ser humano. En cuerpo sano y
mente sana, la felicidad brota espontáneamente. La segunda aspiración es amor,
básicamente porque que el ser humano está predestinado a la convivencia
afectuosa con otro ser humano. El hombre y la mujer necesitan de afecto, cariño
y comprensión. El amor puede ser entendido en dos dimensiones, uno como un
estado mental de afecto social, donde se incluyen valores como la solidaridad y
la paz. Pero fundamentalmente el amor es entendido como una relación de
atracción, compenetración afectiva y pasional entre dos personas,
tradicionalmente entre un hombre y una mujer, donde la relación sexual es un
complemento sumamente importante que no puede ser descuidada.
Por último quizá el deseo más apetecido es el de la
prosperidad, el éxito económico. Pocos serán los desprendidos que quieran
obviar de este recurso para alcanzar la felicidad. El dinero en la sociedad
actual es necesario, porque nuestras vidas están lamentablemente supeditadas a
este recurso de intercambio inventado por el hombre. Pero hay que entender que
el dinero de ninguna manera garantiza la felicidad en el ser humano, pues es
evidente que gente de mucho dinero por lo general son completamente infelices.
También se debe tomar en cuenta el dicho popular, de que el dinero corrompe al
ser humano, esto puede ser cierto tomando en cuenta que la naturaleza humana es
proclive a la ambición desmedida y a los placeres mundanales, sin embargo un
dinero bien aprovechado es necesario. Salud, amor y prosperidad para todos
ustedes.
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