sábado, 30 de enero de 2016

La inmortalidad

Más allá de las doctrinas religiosas que apuestan por la inmortalidad del alma o de la conciencia, pensar en la mortalidad del ser humano, o sea nuestra propia muerte física, es una idea que innegablemente de alguna forma nos aterra. La inmortalidad más allá de nuestro cuerpo físico, es considerada por algunos pensadores, como el invento creado para remediar la angustia y el miedo que produce en el ser humano, la conciencia de su limitada vida, y constituye la base de las doctrinas religiosas, que fecundan la esperanza de poder vencer a la muerte. En términos corporales, de hecho de aquí a un poco más de cien años, nadie de los que vivimos actualmente estará vivo, pero al igual que muchos confiarán en una vida eterna después de la muerte, confiamos que nuestros descendientes seguirán habitando este planeta azul.

La inmortalidad al igual que antes, todavía es un gran misterio para la humanidad, de hecho se la percibe como la calamidad más “democrática” que existe; tanto para la nobleza y la plebe, el pobre y el rico, el blanco y el negro, para el justo y el malvado, para el sabio y el mundano. De hecho el género humano con su corta existencia, hablemos de un millón de años en relación a los 4.500 millones de años que marca la existencia de nuestro planeta, es proclive a la muerte total. La búsqueda de la vida eterna, sea por mecanismos místicos o científicos, estará presente siempre en la conciencia del hombre entendido como género. Es muy posible, según cómo avanza la ciencia, en un plazo no muy largo, el hombre logre revertir la muerte; por ejemplo con el uso de microprocesadores cuánticos, que dentro de cuerpos artificiales indestructibles, podrían recibir toda la conciencia y el conocimiento de un cerebro biológico. Pero surgiría otro dilema existencial, al notar que vivir eternamente puede ser aburrido.

lunes, 25 de enero de 2016

Socialismo civilizado

Curiosamente el Informe Mundial sobre la Felicidad 2015, ubica con Suiza a la cabeza, a los Países Escandinavos en el Top 10, de los países más felices del mundo. Obviamente son naciones democráticas y desarrolladas con un sistema político maduro y funcional. En Escandinavia sus habitantes gozan de altos estándares de vida y de buenas prestaciones sociales, gracias a que en esa parte del mundo se ha recreado la idea de un “socialismo civilizado”, llamado también el modelo nórdico de bienestar, lejos de la barbarie del fracasado modelo del Socialismo Real. Es que la idea de construir una sociedad del bien común, nunca deberá renunciar a los derechos establecidos y garantizados por las Naciones Unidas, y básicamente a la libertad del ser humano. El sentido de libertad está impregnado genéticamente en la naturaleza humana, negarla sería negar al mismísimo ser humano.

Se tendría que hacer un esfuerzo para poder comprender a estas alturas de la vida política, cómo algunos ciudadanos osan de seguir vociferando sus proclamas revolucionarias “bolcheviqueanas”, para seguir defendiendo lo indefendible, como es el fracasado modelo del “socialismo populista” autoritario del siglo XXI y a sus toscos líderes. La conclusión sería que las canonjías extendidas a intelectuales y hombres de bien, lastimosamente a veces, surten el efecto esperado. Más allá en las huestes menos ilustradas, es más comprensible que por el “puestico” o el “puentecito”, ellos estarán siempre listos para aplaudir y “respaldar”.

A pesar de la crisis económica que se empieza a vivir, es confortable saber que las sociedades con sus aciertos y tropiezos, siempre seguirán hacia adelante, lo que tenga que borrarse se borrará, los que tengan que unirse se unirán, los que tengan que irse se irán y lógicamente el pasado nunca volverá.

viernes, 15 de enero de 2016

Gran máquina

En un mar de arena amarillento, en el desierto sureño del Perú, el sol se despide en el horizonte, con un cálido espectáculo de colores y sombras. Por la inmensidad de aquel paisaje extraño y cautivador, se divisa desde lejos una rayita que la atraviesa, casi imperceptible, es la carretera poco transitada que conecta el altiplano peruano con el Océano Pacífico. El breve silencio desértico se interrumpe por el rugir de dos máquinas, las indestructibles motocicletas GS 500 de Suzuki, que vienen conducidos por dos otavaleños a su paso por el majestuoso Titicaca y la República Plurinacional de Bolivia, desde las tierras norteñas de los “kitus”, de las tierras que en su época robaron el corazón del Inca Atahualpa. El objetivo del recorrido en este día es Tacna, la ciudad fronteriza próxima a la República de Chile.

Cruzar en una máquina de dos ruedas el tramo comprendido entre Desaguadero, ubicada en la frontera con Bolivia, y la ciudad de Tacna, realmente fue épico; primero, tuvimos que poner a prueba nuestro improvisado equipo al frío extremo que representa circular a velocidad por los 5.000 metros de altura sobre el nivel del mar; segundo, el tramo era largo, desconocido y desolado; al demorarnos un buen tiempo bajo esa temperatura blanquecina de las alturas peruanas, nos preocupó seriamente, pero no nos quedó otra que seguir apresuradamente hasta ubicarnos en descenso y alejarnos del frío extremo que empezaba a congelar los dedos de las manos.

Grandes experiencias que alimentan nuestras vidas, eso constituyó esta aventura que lo realizamos ya hace algunos años, y que por hoy lo realiza nuestro dilecto amigo, Leonardo Eskenazi, un chileno que ha adoptado a Otavalo como su tierra, él regresa apresurado ya por el Perú, en su gran máquina, la Suzuki V Strom 650.

viernes, 8 de enero de 2016

Mal comienzo

Los deseos de amor, paz y felicidad en el mundo, rápidamente se ven opacados durante el inicio de este nuevo año. El terrorismo, la guerra en Oriente Medio, el drama de los refugiados sirios, las redadas contra los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos, son algunos de los hechos que ya desdibujaban el panorama ideal de paz y armonía, que supongo todos los seres humanos anhelamos. Como esto fuera poco, dos hechos internacionales, ponen en vilo la tan deteriorada convivencia civilizada entre las naciones: una, las fricciones diplomáticas entre Arabia Saudita e Irán; la otra, la supuesta prueba nuclear de carácter militar, que ha ejecutado el gobierno de Corea del Norte.

En el caso de Arabia Saudita e Irán, el conflicto es histórico, religioso y complejo, se remonta incluso a los orígenes mismos del islam en tiempos del profeta Mahoma. A la muerte del Profeta, las pugnas entre familiares y allegados por liderar el nuevo movimiento religioso de los árabes, terminaron en asesinatos y guerras internas. De esta forma el islam se divide en dos facciones, los sunitas y los chiitas, los primeros que conforman una gran mayoría dentro del islam, están representados o liderados por el Estado teocrático, totalitario y aliado de occidente, como lo es Arabia Saudita; por el bando opuesto está la rama de los chiitas, que es la facción minoritaria liderada por la República Islámica de Irán, que tiene un programa nuclear y una tradición anti occidente. Un eventual enfrentamiento entre estos dos países podría poner en serio riesgo la paz mundial.

En cambio, Corea del Norte representa al chico descarriado de la humanidad, que tarde o temprano terminará mal. Hace unos días dice haber detonado una bomba de hidrógeno; la Bomba H, es la más letal que se conoce, puede ser 3.000 veces más poderosa que la bomba lanzada en Hiroshima en 1945. Un arma de estas características en manos de un gobierno demencial, es algo que nos hace temblar.

domingo, 3 de enero de 2016

¡Felicidades!

Ahora que comenzamos un nuevo año, el 2016, y luego del merecido festejo, no está por demás reiterar mi deseo de éxitos y felicidades a todos los amigos y amigas, con los que compartimos este espacio de opinión, unos escribiendo y otros siguiendo mediante la lectura reflexiva. Aunque resulte una frase trillada y creada solo para justificar o disculparse de nuestros burdos errores, sabemos todos, que los seres humanos no somos infalibles, no somos perfectos, y en esa medida seguramente algún rato nos equivocaremos en nuestros actos y apreciaciones de nuestra existencia, de la realidad o de la visión política; pero más allá de esa realidad, quisiera recalcar nuestro enorme esfuerzo intelectual en calidad de columnistas, para no cometerlo, para saber delinear nuestra perspectiva por el camino más idóneo hacia la razón, la justicia y el bien común; de esta forma cumplir a cabalidad nuestro papel de comunicadores, de gestores de opinión pública y más aún, de ser los portavoces de una parte muy importante de la sociedad.

Aunque bajo la situación política y económica que nos apabulla, resulte contrario presagiar un año lleno de prosperidad y paz, es importante reconocer que nuestros deseos pueden materializarse, todo depende de nuestra actitud. Si respondemos a la crisis con mucho ingenio y trabajo, sabremos superarlo seguramente; por otro lado, si nos llenamos de humildad y sensatez, podremos reconstruir fácilmente la unión y la fraternidad entre todos y todas. El reto es ir sumando, no restando ni dividiendo; construyendo no destruyendo, mirando más allá de nuestros propios intereses o los intereses de grupo. Con toda esa posibilidad, nos llenamos el corazón para recalcar nuevamente nuestro sincero deseo de que en el nuevo año, la divina providencia les colme de bendiciones y que sus deseos de felicidad se cumplan a cabalidad. ¡Buen año para todos!