jueves, 27 de noviembre de 2014

Corea del Norte y Ecuador

Después del fin de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, la Península Coreana ubicada en la parte oriental de Asia, al igual que Alemania, fue dividida en dos partes, la del norte ocupado por los soviéticos y la del sur por Estados Unidos. Al hilo de las potencias extranjeras una gran nación quedó dividida en dos partes, en dos ideologías irreconciliables y una desconfianza fratricida que perdura después de más de medio siglo de persistencia. El deseo de unificar a la nación, bajo una de estas visiones políticas, llevó a la llamada Guerra de Corea en 1950, una guerra subsidiada por las potencias extranjeras, entre ellas Estados Unidos, la República Popular China y la Unión Soviética, en lo que se consideró el primer conflicto armado de la Guerra Fría.

Corea del Norte patrocinada por China, adoptó el comunismo y tiene uno de los regímenes políticos más totalitarios y aislados del mundo, bajo la figura de República Popular Democrática. Kim II Sung fundador del Estado norcoreano, es considerado el Presidente Eterno de la República. Su hijo Kim Jong-II fue comandante supremo del ejército y quien dominó el país hasta su muerte. El hijo menor de Kim Jong-ll, Kim Jong-Un a sus 27 años, fue nombrado heredero de los poderes políticos de su padre en el año 2010. Según Amnistía Internacional y otras fuentes, en Corea del Norte se aplica la tortura, la pena de muerte, la detención y el encarcelamiento arbitrarios. Además se habla de la existencia de campos de concentración y violaciones severas a los derechos humanos. Las libertades básicas como la de expresión y movilidad están suprimidas totalmente.

Este repaso histórico viene al caso, justo cuando la semana pasada, la representación del Ecuador ante la Comisión de Asuntos Sociales, Humanitarios y Culturales de la Asamblea General de las Naciones Unidas, votó a favor de este país asiático y en contra de una resolución en la que se alienta al Consejo de Seguridad, que considere la posibilidad de remitir el caso de las violaciones a los derechos humanos en Corea del Norte, a la Corte Penal Internacional. Solamente los países no alineados, encabezados por Cuba, Irán, Bielorrusia, Bolivia, Venezuela, Siria, Rusia y China, apoyaron a Corea del Norte y se opusieron a los numerales 7 y 8 de la resolución.

S.O.S. en Otavalo

La inversión de un millón de dólares en la remodelación del parque central de Otavalo, fue un gasto considerable de la administración anterior. En tal virtud se debería cuidar y optimizar el uso de este espacio público, en beneficio de propios y extraños. Muchos acudimos en la noche, acompañados de la familia, a tener momentos de esparcimiento en dicho espacio verde; pero lamentablemente a más de los perros callejeros que frecuentan, el sitio se percibe oscuro, a excepción de unos cuantos faroles, que apenas expenden una luz tan tenue, que torna en nostálgico y frío, lo que debería ser uno de los atractivos más cálidos y significativos de Otavalo; a propósito, una de las bien estructuradas bancas del parque, seguramente por acción de algún desadaptado, se empezaba a destruirse, ante el desinterés de sus cuidadores.

Estamos convencidos, creo que todos, de que el turismo es un potencial que Otavalo e Imbabura no deberían desperdiciar. Debe prevalecer el respeto, recalco nuevamente, a los espacios públicos. Se debe controlar la invasión a las veredas por parte de vendedores ambulantes y dueños de locales comerciales; cómo es posible que muchas veces, tengamos que caminar con nuestros niños por la calle, a disposición de ciertos conductores peligrosos. Por otro lado, nadie ha podido vencer la venta ilegal del licor artesanal y la presencia de malandrines bebiendo en la vía púbica, en el sector del Batán de la ciudad de Otavalo; tornando aquel barrio en peligroso e intransitable, en especial para los escolares que tienen que caminar por el lugar. ¡Hasta cuándo!

Por otro lado, estamos seguros que en la ciudad, debe haber autoridades de sanidad, tendientes a controlar el aseo en comedores y restaurantes de toda índole. Se puede observar por todo lado gente que manipula dinero y alimentos al mismo tiempo, de la misma manera se ve alimentos exponiéndose a la intemperie, sin protección alguna. Sanitarios sin los implementos adecuados de limpieza. Lamentablemente todo esto nos marca como un pueblito más de algún país tercermundista, a pesar de que en las altas esferas se hable del “milagro ecuatoriano”. Envío un S.O.S. a las autoridades competentes de la ciudad de Otavalo.

Estado autóctono

Bolivia está a la posta de convertirse en el primer Estado indígena de América. Con el ascenso de Morales a la presidencia en 2005, Bolivia tiene un genuino representante de las mayorías indígenas, dispuesto a transformar una realidad social, demacrada por la marginalidad y la injusticia. Más allá de los elogios y cuestionamientos que se pueden dar entorno al presidente Evo Morales, que ya va por su tercer mandato consecutivo en Bolivia, nadie puede negar que a pesar de su cansino discurso antiimperialista, su pragmatismo económico es digno de reconocimiento; incluso el Fondo Monetario Internacional, una institución censurada por Morales, ha alabado sus prudentes políticas económicas. A esto se suma también la bonanza económica por los altos precios de la materia prima, como el gas que vende a Brasil y Argentina.

Esto le ha permitido establecer una política social y económica, ordenada en beneficio de los más necesitados, a través de bonos, a estudiantes y madres por ejemplo, o la reducción del analfabetismo al 4%, condición establecida por la Unesco para considerar a un territorio libre del analfabetismo. Además con la ayuda de médicos procedentes de Cuba, se han realizado miles de curaciones gratuitas y operaciones de la vista en los sectores campesinos, indígenas y de escaso poder adquisitivo en las ciudades. También se ha permitido la concreción de obras de infraestructura en ciudades y rincones de todo el país, como el emblemático teleférico que une a la ciudad de El Alto con La Paz.

Más allá de la reivindicación social, está la reivindicación cultural y étnica. Por hoy como algo inédito, no es raro ver en las oficinas públicas e incluso en los despachos ministeriales, ponchos y polleras en todos los ambientes. En las reuniones de gabinete presidencial, al igual que en las plazas de las poblaciones rurales más alejadas, se masca la tradicional hoja de coca; y es que Evo Morales literalmente prometió “llevar a los ponchos al poder”. Los apellidos que por lo general se relacionan con los estratos más humildes de la sociedad boliviana, por hoy se repiten con frecuencia en los consejos de ministros, las alcaldías o las instancias judiciales. La lengua quechua y aimara se ha reivindicado y se empieza a utilizar con soltura y sin prejuicios en diferentes eventos públicos y privados. La gente originaria o autóctona, en especial los que viven en El Alto, empieza a visibilizar una identidad propia que a lo mejor se mantenía oculta. Ahora ser una cholita es un símbolo de prestigio, y muchas que dejaron de utilizar su tradicional indumentaria, han comenzado a retomar nuevamente, sin miedo a ser discriminadas.

La identidad andina boliviana incluso se ha extendido como complemento magistral a la arquitectura, con la introducción de una nueva propuesta autóctona a cargo del conocido arquitecto Freddy Mamani, llamado también el rey de la arquitectura andina, ha recreado la simbiosis de la cultura local, en docenas de vistosas construcciones, donde el uso de pinturas de colores, formas geométricas, salones de baile de dos pisos con capacidad para cientos de personas, candelabros importados de china, luces intermitentes en las columnas; rompen las reglas de la arquitectura tradicional boliviana. Bolivia ha cambiado para bien.

Irresponsabilidad y muertes

Por más alegre y tranquilo que uno salga en su vehículo, la irresponsabilidad y la impericia de muchos conductores, no tarda en quitarnos el buen aire y dañarnos el resto de nuestro día. Conductores que no respetan para nada la luz roja de los semáforos, buseros que más parecen querer volar, infinidad de taxistas que manejan sin Dios ni ley, conductores y conductoras que esperan llegar a la esquina, para si es que se acuerdan activar sus direccionales, gente que no tiene idea de cómo utilizar los carriles de la autopista, entre tantos otros, revelan por qué el Ecuador es uno de los países con altos índices de percances automovilísticos.

Debemos reconocer que la campaña de control de velocidad que se realizó hace un tiempo, fue efectiva, se notaba que los conductores se preocupaban por la velocidad de sus automotores, para evitar las sanciones que por cierto son demasiadas drásticas. Pero esto tiene que ser permanente y se debe ampliar los controles. No nos cansaremos de decir que en el tema de los accidentes de tránsito, lo que hace falta es concienciación permanente y control. No bastarán las leyes que se emitan y remitan, por más drásticas y extrañas que sean, si solo se quedan en los textos jurídicos.

Aproximadamente según las estadísticas vigentes, en nuestro país 13 personas mueren diariamente en accidentes de tránsito y otras 152 quedan heridas. El promedio anual de accidentes de tránsito en el país fue de 24.750, en el periodo comprendido entre 2009 y 2013. Mientras que el promedio de las víctimas mortales, del 2008 al 2013, fue de 4.808 personas, según el sistema SOAT, y dentro de esto el 95% de responsabilidad corresponde al factor humano, entre las que prima la famosa “impericia del conductor”. Un dato curioso anota, que de los 1.3 millones de personas que fallecen en las carreteras a escala global, esto es 1 muerto cada 30 segundos; el 90% de víctimas mortales pertenecen a países de ingresos bajos. Esto podría interpretarse que al subdesarrollo económico, viene atado el subdesarrollo educativo.