jueves, 27 de noviembre de 2014

S.O.S. en Otavalo

La inversión de un millón de dólares en la remodelación del parque central de Otavalo, fue un gasto considerable de la administración anterior. En tal virtud se debería cuidar y optimizar el uso de este espacio público, en beneficio de propios y extraños. Muchos acudimos en la noche, acompañados de la familia, a tener momentos de esparcimiento en dicho espacio verde; pero lamentablemente a más de los perros callejeros que frecuentan, el sitio se percibe oscuro, a excepción de unos cuantos faroles, que apenas expenden una luz tan tenue, que torna en nostálgico y frío, lo que debería ser uno de los atractivos más cálidos y significativos de Otavalo; a propósito, una de las bien estructuradas bancas del parque, seguramente por acción de algún desadaptado, se empezaba a destruirse, ante el desinterés de sus cuidadores.

Estamos convencidos, creo que todos, de que el turismo es un potencial que Otavalo e Imbabura no deberían desperdiciar. Debe prevalecer el respeto, recalco nuevamente, a los espacios públicos. Se debe controlar la invasión a las veredas por parte de vendedores ambulantes y dueños de locales comerciales; cómo es posible que muchas veces, tengamos que caminar con nuestros niños por la calle, a disposición de ciertos conductores peligrosos. Por otro lado, nadie ha podido vencer la venta ilegal del licor artesanal y la presencia de malandrines bebiendo en la vía púbica, en el sector del Batán de la ciudad de Otavalo; tornando aquel barrio en peligroso e intransitable, en especial para los escolares que tienen que caminar por el lugar. ¡Hasta cuándo!

Por otro lado, estamos seguros que en la ciudad, debe haber autoridades de sanidad, tendientes a controlar el aseo en comedores y restaurantes de toda índole. Se puede observar por todo lado gente que manipula dinero y alimentos al mismo tiempo, de la misma manera se ve alimentos exponiéndose a la intemperie, sin protección alguna. Sanitarios sin los implementos adecuados de limpieza. Lamentablemente todo esto nos marca como un pueblito más de algún país tercermundista, a pesar de que en las altas esferas se hable del “milagro ecuatoriano”. Envío un S.O.S. a las autoridades competentes de la ciudad de Otavalo.

No hay comentarios: