viernes, 31 de enero de 2014

Compromisos apresurados

A cada minuto, a cada segundo, las decisiones que tomamos influirán significativamente en nuestras vidas; más aún si somos autoridades o gobernantes, nuestras decisiones como tales influirán en un colectivo o una sociedad. La decisión del alcalde actual de Otavalo, de jugarse una enésima reelección, según mi humilde opinión no fue la más acertada, un sondeo a la comunidad puede dar fe de esta situación. Si había el interés de dar continuidad a las grandes obras que pertenecen al cantón, debían antelarse con un relevo democrático y ordenado, por el bien de Otavalo y sus habitantes. Lamentablemente las cosas no se dieron de esta forma y hoy tendrán que jugárselas todas, exponiendo seriamente el futuro y la trayectoria política de Mario Conejo, como también la feliz consecución de las grandes obras propuestas desde la municipalidad.

En cuanto a Gustavo Pareja, político respetable, contendor más cercano de Conejo, para ser sincero me preocupan sus huestes, parecerían que salvo algunas excepciones, representan la antítesis del diálogo intercultural que se ha pretendido instaurar en el Otavalo de los últimos años. Preocupa también los compromisos apresurados que pudiese haber tenido, en relación a ciertos dirigentes o grupos intransigentes que tienen un concepto pueblerino de Otavalo. Frente a estos riesgos debemos ser enfáticos en señalar, que la planificación y las obras deben continuar. Como decía un candidato a la alcaldía “primero Otavalo”. El nuevo mercado, el nuevo estadio, terminal terrestre, mercado de animales, entre otros, deben continuar con la misma hoja de ruta y el entusiasmo con la que se ha iniciado, sino sería un golpe bajo y una traición a la ciudad y sus comunidades. El destinar el espacio del actual Mercado 24 de Mayo, a su continuidad o cualquier otro tipo de mercado, sería una tragedia. Descongestionar y recuperar con una plaza cívica, lo que queda de la arquitectura republicana, como se pretende ahora, sería lo más sensato e inteligente.

lunes, 27 de enero de 2014

Sana tentación

Al principio quienes ejercieron el poder fueron los más fuertes, a través de la opresión, la imposición y la fuerza bruta. Con el tiempo estos grupos establecieron su linaje en el poder, como una manera segura de perpetuarse con su familia y descendencia en el gobierno de los países. Así surgieron los nobles, los reyes, los zares, los incas, los emperadores. Eran pues ellos y su grupo de nobles o sus elegidos quienes decidían la suerte del pueblo, sus súbditos; eran quienes dictaban normas y leyes que ellos consideraban correctos y necesarios. Así se formaron los países, los reinos, los imperios; así transcurrió la mayor parte de la historia de la humanidad, hasta que en Francia de 1789, con la llegada de la Ilustración y nuevas corrientes filosóficas e ideológicas, se empezó a cuestionar el injusto statu quo impuesto por un minúsculo grupo de la sociedad, aparentemente predestinada a gobernar por siempre. En aquel año estalló una sangrienta revolución en Francia y se empezó a recrear un tipo de gobierno más representativo, un gobierno del pueblo que pretendía normar de alguna forma los excesos y las arbitrariedades de los gobernantes, ese fue el origen de los Estados democráticos modernos.

 Hoy en nuestro país y nuestros cantones, incluso en nuestras parroquias, sorprende la facilidad que existe para que cualquier persona o grupo pueda incursionar en política y tener una relativa facilidad de acceso al poder, sea este local o nacional. Esta situación nos empuja hacia una sana tentación a reflexionar sobre quienes deberían gobernarnos, talvez gente escogida y especializada para ello, como si se tratase de una labor netamente profesional, como el de un médico; pero esto no sería justo ni funcional. Las democracias actuales obviamente no son perfectas y hasta pueden tener sus propios vicios, pero es la manera más justa de establecer un gobierno; hay que irla construyendo con la participación de todos y especialmente fortaleciendo sus instituciones. Así los reyes, los nobles, las dinastías dictatoriales y los líderes supremos, no tendrán cabida.

viernes, 17 de enero de 2014

Contrasentido

En medio de la “prosperidad” y la euforia verde, en Ecuador están sucediendo hechos muy graves que se caracterizan por una invisibilidad producida por el marketing gobiernista; ante lo cual, quienes nos consideramos demócratas no debemos callar. Qué pena decirlo, pero parece que por buscar la estabilidad política y acentuar los cambios de la “revolución ciudadana”, se quiere sacrificar las libertades y la institucionalidad democrática del país. Hay que reconocerlo tácitamente, que esto no está bien, que es un error que no muy pocos lamentaremos. Los Estados totalitarios jamás prosperarán, porque denigran la naturaleza y la condición humana, para muestra basta con revisar la historia política mundial. Los estadistas y los grandes líderes no pueden darse el lujo de equivocarse atrozmente, bajo ningún justificativo en temas relacionados con los derechos civiles y la construcción de una sociedad respetuosa e equilibrada.

La persecución a periodistas, dirigentes sociales, ambientalistas y en el caso de Cléver Jiménez, a asambleístas, es un contrasentido y merma los logros de este gobierno. Es muy preocupante que a razón de la llamada disciplina partidista, se haya eliminado cualquier debate profundo y sincero al interior de Alianza País, peor aún al interior de la Asamblea Nacional.

En sustento de una extraña figura jurídica, el domicilio del asambleísta Jiménez y de su asesor Fernando Villavicencio, fueron allanadas por la Fiscalía y miembros del Grupo de Intervención y Rescate (GIR), como en los tiempos de León Febres Cordero. En el juicio demandado por injurias, por el Presidente de la República; se emitió ya la sentencia a un año y medio de prisión, ratificada por la Corte Nacional de Justicia. Evidentemente es un tema político en donde es clara la violación a la inmunidad parlamentaria que goza todo y toda asambleísta de la República. Si esto hacen con un asambleísta, ¿qué podrán hacer con un ciudadano común y corriente? Difícil que el mito de David y Goliat, se recree en esta ocasión.

jueves, 9 de enero de 2014

Nuestra fisonomía

El título de una nota periodística me llama la atención: “Burriers británicas sentenciadas”, dirijo la mirada hacia la fotografía, se distinguen dos mujeres jóvenes altas y rubias, más atrás un hombre con una placa colgada en su cuello, es evidente que se trata de un policía. Parecía una noticia originaria de algún país anglosajón, pero al percatarme del rostro del policía, deduzco rápidamente que no es una noticia de Europa o Estados Unidos, sino de algún país de Sudamérica, al centrarme en el contenido de esta nota, me entero que se trata de una modelo irlandesa y otra escocesa, detenidas el año pasado cuando se disponían abandonar Perú con 11 kilos de cocaína.

Las facciones  y los rasgos indígenas que llevan impregnados en su fisonomía y ADN los latinoamericanos, los delatan en cualquier parte del mundo. Resulta gracioso cuando los que aquí se auto identifican como mestizos o incluso blancos, cuando viajan por ejemplo a Europa, son sencillamente identificados como indígenas, o para obviar ese calificativo que puede sonar a despectivo, son identificados como latinos, aunque este término sea totalmente incompatible con la realidad socio-biológica de nuestros compatriotas.


El proceso de “blanqueamiento” de la sociedad ecuatoriana, aunque sea ilusoria, surtió efecto, sino cómo nos podemos explicar, que a pesar de nuestra evidente fisonomía, la población indígena según el último censo, se lo devaluó al 7% de la población ecuatoriana. No quiero ser irrespetuoso, pero esto me explota una carcajada. El asunto de la trenza de los kichwas otavalos ha generado muchos comentarios, incluso en medios nacionales y no ha faltado quien subestime este tema como algo intrascendente. El proceso de uniformizarnos dentro de una “cultura nacional” no indígena, sigue como una idea impregnada en los propósitos de la élite política y oligárquica de este país, que a regañadientes ha aceptado la idea del mestizaje como un baluarte de la identidad mayoritaria nacional. Hasta que la conciencia de nación no sea evidente en los pueblos indígenas, seguiremos siendo extranjeros en nuestra propia tierra y seguiremos desapareciendo.

viernes, 3 de enero de 2014

Tres deseos

Al comenzar este nuevo año, aprovecho de este espacio para extender mis más sinceros deseos de éxitos y felicidad en el 2014, a todos mis amigos, amigas, familiares, conocidos y ecuatorianos en general. Tres cosas básicas es lo que clamamos como nuestros deseos más inmediatos y personales, con ocasión de cada nuevo año: primera y básicamente la salud, porque la salud física y espiritual debe ser el máximo logro del ser humano. En cuerpo sano y mente sana, la felicidad brota espontáneamente. La segunda aspiración es amor, básicamente porque que el ser humano está predestinado a la convivencia afectuosa con otro ser humano. El hombre y la mujer necesitan de afecto, cariño y comprensión. El amor puede ser entendido en dos dimensiones, uno como un estado mental de afecto social, donde se incluyen valores como la solidaridad y la paz. Pero fundamentalmente el amor es entendido como una relación de atracción, compenetración afectiva y pasional entre dos personas, tradicionalmente entre un hombre y una mujer, donde la relación sexual es un complemento sumamente importante que no puede ser descuidada.


Por último quizá el deseo más apetecido es el de la prosperidad, el éxito económico. Pocos serán los desprendidos que quieran obviar de este recurso para alcanzar la felicidad. El dinero en la sociedad actual es necesario, porque nuestras vidas están lamentablemente supeditadas a este recurso de intercambio inventado por el hombre. Pero hay que entender que el dinero de ninguna manera garantiza la felicidad en el ser humano, pues es evidente que gente de mucho dinero por lo general son completamente infelices. También se debe tomar en cuenta el dicho popular, de que el dinero corrompe al ser humano, esto puede ser cierto tomando en cuenta que la naturaleza humana es proclive a la ambición desmedida y a los placeres mundanales, sin embargo un dinero bien aprovechado es necesario. Salud, amor y prosperidad para todos ustedes.