A cada minuto, a cada segundo, las decisiones que tomamos
influirán significativamente en nuestras vidas; más aún si somos autoridades o
gobernantes, nuestras decisiones como tales influirán en un colectivo o una
sociedad. La decisión del alcalde actual de Otavalo, de jugarse una enésima reelección,
según mi humilde opinión no fue la más acertada, un sondeo a la comunidad puede
dar fe de esta situación. Si había el interés de dar continuidad a las grandes
obras que pertenecen al cantón, debían antelarse con un relevo democrático y
ordenado, por el bien de Otavalo y sus habitantes. Lamentablemente las cosas no
se dieron de esta forma y hoy tendrán que jugárselas todas, exponiendo
seriamente el futuro y la trayectoria política de Mario Conejo, como también la
feliz consecución de las grandes obras propuestas desde la municipalidad.
En cuanto a Gustavo Pareja, político respetable, contendor
más cercano de Conejo, para ser sincero me preocupan sus huestes, parecerían
que salvo algunas excepciones, representan la antítesis del diálogo
intercultural que se ha pretendido instaurar en el Otavalo de los últimos años.
Preocupa también los compromisos apresurados que pudiese haber tenido, en
relación a ciertos dirigentes o grupos intransigentes que tienen un concepto
pueblerino de Otavalo. Frente a estos riesgos debemos ser enfáticos en señalar,
que la planificación y las obras deben continuar. Como decía un candidato a la
alcaldía “primero Otavalo”. El nuevo mercado, el nuevo estadio, terminal
terrestre, mercado de animales, entre otros, deben continuar con la misma hoja
de ruta y el entusiasmo con la que se ha iniciado, sino sería un golpe bajo y
una traición a la ciudad y sus comunidades. El destinar el espacio del actual
Mercado 24 de Mayo, a su continuidad o cualquier otro tipo de mercado, sería
una tragedia. Descongestionar y recuperar con una plaza cívica, lo que queda de
la arquitectura republicana, como se pretende ahora, sería lo más sensato e
inteligente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario