Mañana 21 de junio, con el solsticio de verano, comienza
oficialmente la celebración más importante de los pueblos andinos, el Inti
Raymi, conocida en el norte ecuatoriano como la fiesta del sol, sanjuanes o San
Pedro. Pero primero repasemos qué es un solsticio; es el momento en que el sol
toma una posición más cercana al hemisferio norte de nuestro planeta, debido a
la inclinación del eje de la Tierra. En esta fecha el sol, al momento de salir
toma su posición más cercana al norte para regresar nuevamente con dirección
sur, pero esto es sólo una ilusión, pues en realidad el sol no se mueve, sino
nuestro planeta alrededor del astro rey.
Nuestros antepasados al igual que otros pueblos del mundo,
tenían un conocimiento astronómico muy exacto, que marcaba un calendario más
perfecto que el calendario occidental gregoriano. La vida, la agricultura, la religiosidad y las
festividades gravitaban alrededor de este conocimiento. Por hoy esta festividad
sobrevive con distintos matices, dada la influencia del cristianismo y el
avance de la globalización que de alguna forma va mermando en su real
dimensión, el significado de esta mística celebración.
En Imbabura y las regiones cercanas, se ofrece por hoy, una
amplia y variada programación con motivo del Inti Raymi; esta fiesta se amplió
de las comunidades rurales para tomarse las ciudades, como Ibarra, Atuntaqui,
Otavalo, Cayambe, Tulcán, entre otras; y con los kichwas otavalos, países y
ciudades aún más lejanos. Congratula también saber, el interés y el apoyo de
las autoridades provinciales, cantonales, centros educativos; que cada vez se
integran con más compromiso. El Inti Raymi representa ese legado cultural que
tenemos todos los ecuatorianos y por lo tanto debería ser considerada fiesta
nacional y gozar el estatus de feriado; es contradictorio que por hoy nuestros
niños y jóvenes tengan que desprenderse de esta fiesta, para asumir clases y
exámenes en los centros educativos.
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