jueves, 4 de julio de 2013

Los solsticios y los antiguos

Los solsticios y los equinoccios han marcado prácticamente la vida religiosa de muchos pueblos alrededor del mundo. Astronómicamente, los solsticios son los momentos en los que el sol alcanza la máxima declinación, en el caso de un día como hoy, 21 de junio; una declinación norte de (+23º 27’) y en diciembre (-23º 27’) con respecto a la línea ecuatorial terrestre. En el solsticio de diciembre por ejemplo, en las culturas romana y celta, se festejaba el regreso del sol; a partir de esta fecha para estos pueblos ubicados en latitud norte, los días empezaban a alargarse. Esto se atribuía según sus creencias al triunfo del sol sobre las tinieblas o la oscuridad, posteriormente con el dominio del cristianismo, se decidió situar en una fecha cercana, el 25 de diciembre, el nacimiento de Jesucristo; otorgándole el mismo simbolismo de renacimiento, esperanza y luz del mundo. Algo parecido sucedió en los Andes, pues el Inti Raymi, con la dominación española, pasó a llamarse la fiesta de San Juan.

La vida de las culturas auténticamente andinas, se ha ligado siempre a la traslación anual del astro rey o “Tayta Inti”. Por eso la importancia cultural de la celebración mayor de los pueblos originarios, que es el Inti Raymi, algo así como la navidad para occidente. Las culturas originarias de lo que hoy es Ecuador, según estudios realizados por distinguidos antropólogos e historiadores ecuatorianos, tenían un conocimiento muy elevado de astronomía; así lo demuestran los diferentes puntos de observación descubiertos y localizados en la región norte de nuestro país. Conocimientos y sentido místico, que por hoy tratamos de recuperar y valorizar, dando un sentido a estas celebraciones que están bajo un pleno proceso de extinción o distorsión. Debemos muy responsablemente tener un claro discernimiento de lo que representa un valor cultural, del simple y llano carácter folclórico, como se lo ha tratado de concebir a nuestra herencia cultural. Las celebraciones de nuestros ancestros, por hoy siguen siendo nuestras.

No hay comentarios: