Era uno de esos días un tanto tristes en la comunidad de El Topo
de hace ya muchos años, más arriba de San Pablo, en Otavalo. El recuerdo en mi
memoria permanece intacto y veo a Luis De la Torre, con guitarra en mano y su
potente voz, interpretar la canción que decía: “Sapak inca Atawalpa, ankalli
runa Atawalpa…katari Atawalpa, runa rebelde Atawalpa”. El gran amigo, el gran
maestro, el gran intelectual kichwa; hoy ya no está con nosotros, ha partido
hacia el infinito, ha regresado como decía su hermana Luz, al regazo de la Pachamama;
porque surgimos de la tierra y a la tierra volveremos; porque somos polvo
cósmico y como tal regresaremos al cosmos, para ser parte de la energía que
transforma el universo. El recuerdo viene de esos años en que hacíamos esfuerzos
grandes por sacar adelante al Proyecto EBI -Educación Bilingüe Intercultural-,
y Luchito como lo llamábamos cariñosamente, era el Director Nacional de este
proyecto educativo de innovación.
Runas estudiados hay muchos, pero runas intelectuales hay
muy pocos, y Lucho era uno de esos principales, parte de esa generación de
kichwas que se habían preparado académicamente y que habían rebasado todas las
expectativas. Cuando regresó nuevamente a San Roque, nos encontrábamos
casualmente y siempre fluía una conversación extendida y provechosa, como no
podía ser de otra manera.
Reflexionamos y nos damos cuenta de las ironías de la vida,
al ver a gente incapaz lucrando de la política por décadas; mientras personajes
como Lucho De la Torre, un hombre extremadamente preparado para asumir una
función de elección popular, nunca lo pudo hacer. El pasado martes ya cerca del
mediodía, pude saludarle brevemente de pasadita, sin imaginarme que eran sus
últimos pasos. Hemos perdido a un gran ser humano, pero su memoria y legado
permanecerán por siempre, como un ejemplo claro para las futuras generaciones
de kichwas más que todo. Mis condolencias a sus hijos, hijas y demás familiares
que lloran su partida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario