viernes, 28 de julio de 2017

Rituales y bebidas espirituosas

















Ciertamente el alcoholismo es un mal endémico incrustado en diferentes sociedades alrededor del mundo, que ha costado millones de vidas en torno a ella. El alcohol como cualquiera de las otras drogas, puede crear una adicción de resultados catastróficos del que es muy difícil escapar. Las drogas al igual que en la medicina deben ser tratadas con mucho cuidado, respeto y delicadeza, porque es un producto de naturaleza que bien podría ayudar al ser humano. El problema surge cuando la debilidad humana por los placeres mundanales, se impone sobre la conciencia y el raciocinio. En todo caso es un problema complejo al que las leyes y la ética deben dar una salida o condición aceptable.

En el mundo indígena andino, también ha existido la costumbre de embriagarse con chicha de maíz y en épocas actuales con las bebidas espirituosas comerciales. Estudiosos incluso enfatizan que en toda reunión social andina, había la costumbre de beber. Actualmente en las fiestas kichwas se puede notar que existe la costumbre de embriagarse entre los compadres y comadres, pero no por gusto o peor aún por vicio, sino por profundizar lazos familiares en un estado de sinceridad espiritual, al que yo lo llamo como el ritual del “machana”. En la costumbre occidental, en una fiesta, si se quiere tomar, se acude al bar y se sirve lo que uno quiere y punto; en una fiesta andina eso no sucede, una persona nunca puede tomar una bebida alcohólica sola; necesariamente tiene que existir coparticipación, retribución, acompañamiento. Una fiesta kichwa es exitosa si se han embriagado los participantes y aunque suene un poco extraño, los compadres expresan satisfacción y gratitud por ello. La ritualidad y el simbolismo están presentes en cuestiones triviales y sencillas de la vida misma de los kichwas, más aún en celebraciones familiares grandes como las que hemos descrito; por eso es necesario conocer en su esencia sus prácticas culturales, antes de concluir en apreciaciones superficiales o comparaciones antropológicamente ajenas.

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