El mundo contemporáneo responde a un “orden económico-político
mundial”, que se ha establecido como consecuencia de procesos históricos
liderado por países hegemónicos, occidentales principalmente. Es así que el
capitalismo y el modelo occidental de democracia tienen predominio en la
estructuración de cualquier sistema político y económico de cualquier país del
mundo. El marxismo o llámese comunismo o socialismo, o cualquiera de sus
versiones, surgió como respuesta o alternativa a un sistema elitista, injusto y
opresor que denotaba el capitalismo, principalmente en sus inicios. Pero el
socialismo, el más ortodoxo más que todo, no pudo establecer una real
alternativa que propicie una sociedad próspera, democrática y libre, que llene
las expectativas de felicidad que cualquier ser humano busca en su existencia.
En base a estas alternativas de gobierno predominantes en el
mundo, se establece el “espectro político ideológico”, a lo que comúnmente
conocemos como “derecha, centro derecha, centro, centro izquierda, izquierda”,
donde se ubica en sus extremos la visión conservadora del mundo por un lado, y
por el otro la visión revolucionaria. Es así que cualquier modelo de gobierno o
llámese ideología política, reconozca o niegue, se ubica necesariamente en
algún lado de este espectro ideológico. Claro que dentro de esto se ven
contrariedades como por ejemplo, el capitalismo salvaje de la China socialista,
o la dinastía medieval de Corea del Norte. En conclusión, un modelo de
gobierno, inédito y nuevo, de una real justicia social y libertad, surgirá en
el mundo, de las cenizas del capitalismo, que por hoy está representada en
las grandes fortunas y corporaciones, que marcan la agenda de la política
económica mundial; mientras tanto tenemos que sobrevivir con las mismas reglas
y herramientas que nos plantean distintas posiciones, desde el multicolor
“espectro político-ideológico”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario