viernes, 18 de diciembre de 2015

Tascando uñas

Aunque las autoridades del gobierno minimizan la crisis económica que se comienza a sentir en el país, es evidente que aunque nos quieran pintar color de rosa, la situación es realmente difícil. No sabemos a exactitud, si las salvaguardias y otro tipo de impuestos que se van creando últimamente, lograrán el efecto deseado por las autoridades económicas, que es la de redimir un poco la crisis, escrita con mayúsculas, que se avecina. Al norte del país, en especial en las provincias de Carchi e Imbabura, la situación se torna más compleja, por la proximidad de la frontera colombiana. La población de esta región y de otras regiones más alejadas, se ha volcado a las ciudades fronterizas de Colombia como Ipiales y Pasto, donde en una de ellas por la avalancha de vehículos ecuatorianos, incluso han tenido que replicar el pico y placa de la ciudad de Quito. El movimiento económico en Ipiales en este año, donde los precios son hasta el 50% más bajos que en Ecuador, va a ser sumamente inusual y alto. Para ellos esta Navidad, realmente será una muy felicísima Navidad; mientras muchos, acá al otro lado de la frontera, tendremos una oscura y triste celebración.

Ecuador no ha tomado seriamente el asunto de la dependencia petrolera, ni de potenciar su aparato productivo, ni de dinamizar su comercio internacional como nuestros países vecinos, y por hoy vemos cuáles son las consecuencias. Ahora se nota que la rimbombante proclama del cambio de matriz productiva, se recoge tímida en un oscuro rincón, donde se guarda la mala propaganda y los diferentes experimentos jurídicos que no funcionaron; porque fue solamente eso: un despliegue publicitario iluso. Vale repetir para que se nos quede en la cabeza: en tiempo de bonanza económica, solo nos dedicamos a gastar y gastar, como diría el dicho popular, “nos la hemos comido toda”, y ahora nerviositos, nos tascamos las uñas, a ver qué otro milagro podemos hacer.

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