sábado, 6 de septiembre de 2014

Historia idealizada

Al referirnos a nuestra historia, es evidente que pecamos de románticos e idealistas. Siempre ha sido así, nos vanagloriamos de las grandes hazañas de nuestros héroes míticos; y en el caso particular de las culturas indígenas o andinas, ingenuamente la hemos sobredimensionado como la perfección absoluta, en desmedro de la cultura dominante, a la que echamos la culpa de todos los males del mundo y la de nuestra propia desgracia.
Recojo algunas apreciaciones sobre los mitos y verdades del incario, según el blog: manifiesto bizantino. Señala por ejemplo que, uno de los mitos es que en el Tahuantinsuyo no existía la discriminación, cosa que dista de la realidad. Lo cierto es que la etnia inca, era una casta clasista y racista. Es común que cuando un Estado conquista a otro, el vencedor se crea superior. El Sapainca (emperador o rey de reyes), era quien como hijo del sol, garantizaba el orden de las cosas en la Tierra, como único intermediario entre el hombre y los dioses.

El poder inca marginó a muchos pueblos, por considerarlos peor que animales. Para la élite inca era inconcebible que un aristócrata se mezclara con alguien de menos estatus. Era una deshonra hacerlo, tan grande que para evitar la vergüenza, muchos optaron por quitarse la vida. Muchos estudiosos de los incas, han argumentado que en el pasado del Tahuantinsuyo no existió la esclavitud, cayendo en una verdad a medias, pues si hubo esclavitud, pero no del modo sistemático y organizado como en occidente. Los “pinas” por ejemplo, eran aquellos desafortunados, rebeldes y lacras sociales, que eran condenados a trabajar en los cocales oficiales en la selva, en condiciones de vida sumamente extremas.

La civilización inca fue el último aliento de toda la tradición andina milenaria, que se vio truncada con la llegada de los españoles. Muchos historiadores señalan con razón, que se estaba gestando una especie de sistema feudal muy primario, que posiblemente se hubiese concretado con características propias, si los peninsulares seguían aislados al otro lado del mundo.

No hay comentarios: