La disposición dada por el Cabildo Kichwa de Otavalo, a las
peluquerías y sala de bellezas de la ciudad, en el sentido de que se exija el
consentimiento de sus padres, a los menores de edad kichwas-otavalos que
decidan cortarse su trenza o cabellera larga, ha generado un interés inusitado,
no solamente en las redes sociales y la población en general; sino por parte de
medios de comunicación locales, regionales, nacionales, e incluso internacionales;
y no era para menos dado su significado. Por un lado es una especie de
radiografía de la situación socio cultural de la etnia kichwa, específicamente
la de los otavalos; por otro, visibiliza el poder de injerencia de las
autoridades indígenas comunitarias, en este caso en un medio totalmente sui
géneris, como es una ciudad.
Se han dado muchos comentarios con respecto a este tema,
unos mejores que otros; éstos, supongo se caracterizan según su contexto y la
experiencia de vida en particular. Obviamente hermanos kichwas, que de kichwas
no tienen casi nada, y que en algún momento de su vida renegaron de su identidad,
de su gente y de su trenza; minimizarán el tema, aduciendo cualquier tipo de
argumentos, que hasta podrían ser válidos. Pero quien esto escribe,
orgullosamente kichwa-otavalo, con una amplia experiencia y más que todo,
vivencia comunitaria; se remite religiosamente al consejo y sabiduría de
nuestros taitas y mamas, porque son ellos precisamente, los que han
posibilitado el milagro de nuestra supervivencia como pueblos, después de
siglos de genocidio y exterminio cultural.
Reconocemos claramente que esta disposición no pretende ser
la panacea a la pérdida de nuestra identidad. Nosotros sabemos más que
cualquiera, que los valores culturales se pregonan, se cultiva y se transmiten,
básicamente a nivel doméstico. Pero fue necesario también abordar este tema,
tan profundo, tan sensible; que lastima el orgullo de ser runa, además de ser
el causante de muchos conflictos familiares. Se ha conseguido poner en la mesa
del debate y la discusión, el delicado tema del proceso de la pérdida de la
trenza kichwa-otavalo.
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