La delincuencia a más de afectarnos directamente, afecta al
turismo y por ende a la economía otavaleña, golpeada por una serie factores
como la crisis global y la situación política nacional. Existen causas
identificables que propiciaron esta oleada delincuencial en todo el país, pero
no es hora de formular acusaciones, sino más bien de asumir la corresponsabilidad
entre autoridades y comunidad. Esta es la razón de la inquietud creada en el
seno de varias organizaciones gremiales,
asociaciones de vendedores, comunidades indígenas, entre otros sectores, que se
ven obligados a actuar por mérito propio, contra la delincuencia.
La Constitución Política del Ecuador garantiza la aplicación
del derecho consuetudinario en las comunidades indígenas. Otavalo como
comunidad kichwa y centro de las comunidades kichwas del cantón, asumiría
competencia en la aplicación de la justicia como pueblo ancestral, con el único
afán de subsanar esta lacra social que viene ganando terreno dentro de la
ciudad. Es momento de actuar y hacer un llamado también a las autoridades
oficiales, a no cerrar los ojos ante esta cruda realidad y unir esfuerzos con todos
los sectores organizados del cantón, para recuperar la tranquilidad y confianza
de antaño, dentro de la ciudad y sus comunidades
indígenas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario