Hay un momento en que la vida te sorprende, y al darse
cuenta ya eres una madre o un padre primerizo. El hecho de criar hijos es una
responsabilidad sumamente grande, a la que muchos de nosotros nos hemos
enfrentado muy jóvenes, en mi caso particular debo confesar que a la edad de
dieciocho años, ya era padre y miembro de una sociedad conyugal. En la tarea de
brindar a nuestros vástagos una sana educación, cuenta mucho nuestra propia
experiencia como hijos o hermanos, y así el legado ético y cultural de nuestros
padres, tiene mucha incidencia a la hora de transmitir educación a nuestros
pequeños. En el caso de los kichwas es un proceso en la que prácticamente
participa todo el “ayllu”, entre ellos abuelos, tíos e incluso bisabuelos;
convirtiendo así el asunto educativo de nuestros hijos, en un asunto colectivo
familiar.
A medida que crecen nuestros hijos, el asunto “crianza” se
va complicando un poco más, porque aparecen nuevos “actores” dentro de la tarea
educativa; como son los amigos, la sociedad o llámese comunidad, incluso los
mismos medios masivos de comunicación. En ese afán de ir zigzagueando las cosas
negativas de la vida, como también la de ir adquiriendo conocimientos un tanto
indispensables y específicos que nos ha marcado la sociedad, se hace digamos
que imprescindible, la búsqueda de un centro especializado en educación,
llámese escuelas, colegios, universidades, entre otros. A medida de nuestras
posibilidades los padres tratamos de brindar todo lo mejor a nuestros hijos,
poniendo énfasis en la educación; es así que tratamos de buscar el mejor centro
educativo a la que asistirán una buena parte de sus vidas.
Con mi experiencia como padre de familia, debo confesar
también que contrariamente a lo que se pueda pensar, no existen centros
educativos que sean idóneos en su totalidad. La base para que nuestros hijos
sean exitosos y personas de bien, se los implanta en nuestros hogares, en
nuestros propios ayllus. Cualquier decisión sobre nuestros hijos, por más
insignificante que sea, seguro que para bien o para mal, va a afectar sus vidas.
La responsabilidad básicamente es nuestra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario