Antes que la censura, el camino de la democratización de los
medios, es la que debería seguir cualquier político razonable, que quiera
romper el tradicional monopolio de la comunicación, que siempre ha sido
usufructuada abusivamente, por una reducida minoría involucrada a las
oligarquías nacionales. El acceso a las tecnologías comunicacionales y el uso
de los grandes medios, siempre estaba supeditado al poder económico. Hasta
ahora.
En el tema de las tecnologías comunicacionales, vale citar
aquella frase inconsistente que reza: “El futuro es ahora”. Sin exageraciones,
el monopolio de la comunicación, está apunto de ser roto, por el sorprendente
ascenso de la internet y el uso de las redes sociales. Esto posibilita
convertirnos de una manera económica y fácil, en un periodista de cobertura
mundial.
El periodismo ciudadano es la contrapartida del periodismo
tradicional. En la actualidad en la web, cualquier persona, sea este de los
suburbios de Nueva York, de las montañas del Tíbet o de los páramos andinos,
puede transmitir noticias multimedia, e incluso video en tiempo real. Por hoy
el reto para cualquier gobernante democrático, es masificar el acceso al
internet e instruir en el uso adecuado y efectivo de los nuevos instrumentos
digitales, que posibilita visibilizar las voces que siempre estaban calladas.
Tomado del Diario El Norte - Viernes: 01-06-2012
Tomado del Diario El Norte - Viernes: 01-06-2012
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