viernes, 9 de marzo de 2018

Inconsciencia

No debe ser un invento de la “prensa corrupta” o un entramado del “imperialismo” norteamericano, lo que nos presentan diariamente los noticiarios del país y del mundo. Ríos de gente venezolana se desbordan por las fronteras del país de Maduro. Solamente en el 2017, aproximadamente 312 000 venezolanos ingresaron a Ecuador, por el puente internacional de Rumichaca, por la provincia norteña del Carchi. Todos señalan que la razón de su partida es la crisis económica y la violencia que afecta al país del Libertador Simón Bolívar. La mayoría se dirige a Perú, teniendo como destino alternativo también a Chile. El trayecto desde su país es realmente dramático, muchos señalan que su capital para el viaje consiste en unos doscientos dólares, no pueden darse el lujo de comer en algún restaurante durante su viaje y su dieta consiste en galletas y jugos. La mayoría son jóvenes, muchos han dejado, esposas embarazadas, niños y familiares. A pesar de esta terrible situación no pierden la esperanza de encontrar mejores días, poder trabajar en los países de destino y poder enviar algunos dólares a Venezuela, para que sus familiares puedan subsistir.

Ecuador, nuestro país, ya vivió una situación parecida a principios de este milenio, por el llamado “feriado bancario”. Muchos hermanos ecuatorianos, hombres y mujeres tuvieron que salir hacia España principalmente. Ese hecho significó un duro golpe a la estructura social y familiar de muchísimos ecuatorianos, sin dudarlo podríamos señalar que tal hecho, significó un serio daño al tejido social ecuatoriano. Pero lo más sorprendente es ver, cómo personajes como el propio Nicolás Maduro, no se inmuten frente a esta terrible situación y sigan vociferando a sus anchas sobre la desgracia humana. También sorprende ver cómo muchísimos nos quedamos impávidos, solo viendo esta desdicha y sin decir nada. Pero lo más detestable es ver cómo algunos, incluidos uno o dos gobiernos, puedan seguir apoyando y defendiendo a un gobierno tan despreciable como lo es el venezolano. Cada cual con su conciencia, como ya he dicho.

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