Aunque en la actualidad muchas de las
familias de las comunidades más próximas a la ciudad de Otavalo, se dedican al
comercio y a la elaboración de la artesanía, antiguamente la agricultura
también era una actividad muy importante, más aún si un patriarca de un ayllu
tenía un buen lote de tierras cultivables. Recuerdo de pequeño haber tenido la
suerte de haber participado en este tipo acontecimiento; porque en verdad era
todo un acontecimiento familiar. Haciendo un paréntesis al tema, hay que hacer
notar que se suele traducir la palabra kichwa “ayllu”, como familia. Pero en
realidad el significado varía un poco. En el concepto occidental, por lo
general la familia está compuesto por el padre, la madre y sus hijos. En la
cultura andina o kichwa, el ayllu no solo está compuesto por los padres y sus
hijos, sino además por sus parientes más directos como padres, hermanos, nietos,
hijos políticos, incluso primos.
Los acontecimientos agrícolas eran, donde
todo el ayllu se reunía para participar en la minga familiar. La siembra, el
aporque, la cosecha, la recogida y almacenamiento de las hojas secas de maíz,
etc., constituían espacios para fortalecer el nexo del ayllu y para socializar.
Recuerdo que nos reuníamos muy temprano previa convocatoria verbal, para
comenzar con la jornada. La hora del almuerzo era el momento más divertido,
porque a más de degustar la comida tradicional, como mote, papas, tostado, chicha
de jora, sambo con leche, entre otros alimentos; se aprovechaba para conversar
sobre diferentes acontecimientos y reír en familia. Fueron otros tiempos en que
el esfuerzo físico en el trabajo no era subestimado como podría ocurrir ahora.
En la actualidad las cosas han cambiado y mucha gente ha obviado la actividad
agrícola que denote mucho esfuerzo físico. En algunas comunidades kichwas
netamente agrícolas, este tipo de acontecimientos todavía persiste y es parte
fundamental de la vida social de un ayllu, que sería la “familia extendida”.
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